Gremios que conforman la CGT Regional Olavarría brindaron una conferencia de prensa este jueves para repudiar lo ocurrido el pasado miércoles cuando el Concejo Deliberante se disponía a tratar en sesión especial la licencia del intendente Ezequiel Galli. 

Previamente el Sindicato de Municipales había anunciado una movilización hacia el recinto donde sesionaba el cuerpo deliberativo para pedir que se rechace el pedido del jefe comunal debido a "deudas e incumplimiento de acuerdos con los trabajadores municipales".

Se montó un despliegue policial en la cuadra del recinto y un enfermero y delegado del gremio ATSA fue detenido cuando intentaba circular. La movilización se trasladó a la Comisaría Primera y poco después fue liberado.

Los gremios de la CGT responsabilizaron a la presidente del HCD Cecilia Krivochen y al intendente Ezequiel Galli por lo ocurrido y calificaron de "desproporcionado" el operativo policial de la Policía bonaerense, grupo GAD e Infantería.

Asimismo, el secretario general del Sindicato de Municipales, José Salvador Stuppia, manifestó que la movilización se acercó al recinto "a entregar un petitorio" y cuestionó que ningún Concejal de ningún bloque se pronunció sobre lo que denominó "un acto antidemocrático, me parece que se habían puesto todos de acuerdo para castigar a los trabajadores municipales".

El titular de ATSA, Carlos Manzur, detalló que "por la Ley Orgánica de las Municipalidades las sesiones del Concejo Deliberante son abiertas al público" y esgrimió que para que tenga lugar una sesión cerrada "debería haber habido un decreto que así lo nombrara, firmado por la Presidenta del Concejo Deliberante o el Intendente Municipal".

"Los trabajadores no somos violentos, la única forma que tenemos de manifestarnos es a través de bombos, banderas o un grito", expresó Manzur, agregando que "ante el miedo de una manifestación vos podés pedir la fuerza pública, pero dentro del recinto y si hay desmanes, pedir que desalojen, pero no hacer la sesión de manera prohibida".

A su turno, el trabajador agredido, Martín Iván Rojo expresó que antes de ser aprehendido por un efectivo "en ningún momento lo agredí o lo insulté" y que le pidió que le muestre "la orden firmada por un Fiscal o un Juez que no me habilitara a mí a circular por la vía pública". "Como vieron que yo no iba a ceder, me llevaron detenido", aseveró.

Manifestó "no querer hablar mal de la policía" y esgrimió: "ellos reciben órdenes y acá es claro que esas órdenes vinieron desde el Ejecutivo".