El jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, cuestionó a los intendentes de Juntos por el Cambio en la Provincia al señalar que tienen distintos discursos en público y en privado respecto a la relación con la administración provincial. "Nos gustaría que expresen públicamente lo que hacen de manera privada por la asistencia que les brindamos", lanzó el jefe de Gabinete.

"Cuando trabajamos directamente con ellos, por ejemplo cuando ponemos a disposición $19.400 millones los agradecen por whatsapp o por teléfono, y luego salen en los medios a plantear disidencias o a plantear operaciones mediáticas donde tratan de establecer una situación difícil en la Provincia", denunció Bianco.

Además, apuntó directamente a los intendentes "rebeldes", que no respetan las habilitaciones y los lineamientos sanitarios que estableció la Provincia. "Algunos mandan a abrir gimnasios, otros nos tratan de malandras públicamente. Me parece una situación bastante triste, penosa en muchos casos, entrar en ese juego. Y mucho más en una época tan complicada en general para el mundo", señaló el jefe de Gabinete tras la conferencia de prensa en la que la Provincia presentó una nueva estrategia de conteo de casos diarios y fallecidos, y actualizó la cifra con 3.500 nuevos fallecidos.

Bianco se hizo eco de las palabras de Kicillof, y destacó que el Gobierno está abierto al diálogo, y a disposición de los intendentes. "Tenemos el teléfono abierto, siempre se puede demorar cuando son tantas consultas, pero permanentemente estamos dando respuesta a lo que nos plantean los intendentes", dijo.

En la semana, la frase del Gobernador había sido cuestionada por secretario de Coordinación de la Municipalidad de La Plata, Oscar Negrelli, quien dio a entender que eso no es tan así. "Tener el teléfono abierto no es tenerlo abierto para recepcionar", había señalado el secretario de Julio Garro en contraste con lo que apuntó Kicillof.

El roce entre los intendentes bonaerenses de Juntos por el Cambio y el gobierno provincial comenzó a sentirse con fuerza en la última semana, cuando el Grupo Maipú, encabezado por Jorge Macri y Julio Garro comenzó a despegarse de la administración de Kicillof, tras una cumbre en San Miguel.

El grupo comenzó a armarse de cara a las elecciones legislativas de 2021, para catapultarse en la provincia con la mira puesta en las elecciones generales de 2023. Están convencidos de que pueden imponerse provincialmente al radicalismo -que en octubre disputa su interna-, y por ese motivo comenzaron a polarizar respecto al manejo de la pandemia, y a proponer medidas "alternativas".

Esta vez Bianco volvió a marcar la cancha, mostró los dientes y sentenció "A mí me causa tristeza, pero es cosa de ellos".