En nuestro país, Halloween comenzó a celebrarse hace casi 20 años en los colegios privados bilingües. Con el tiempo el festejo de esta fecha, que implica disfraces y golosinas, se extendió a barrios cerrados, luego a bares y fiestas y a muchos rubros comerciales.

Este 31 de octubre en Olavarría varios niños y niñas recorrieron distintos barrios y el Microcentro con disfraces y canastas para guardar las golosinas que obtuvieron de distintos locales de la ciudad bajo el lema "dulce o truco".

"A mi me encanta Halloween y ellas se re divierten disfrazándose" comentó una joven a cargo de dos pequeñas brujas que soplaban burbujas en la plaza del centro.

Otra madre, que armó un carrito para trasladar a cuatro niñas con su moto manifestó que "hay quien dice que está mal celebrar Halloween, para mí significa poder entretenerlas en este contexto de pandemia y ellas además disfrutan".

Lo cierto es que esta tradición pagana importada suma más adeptos cada año, entre adultos, adolescentes y niños. 

Halloween nación hace más de dos mil años y proviene de la civilización Celta, pueblo guerrero que habitaba Inglaterra, Escocia e Irlanda. Sin embargo, la celebración está también ligada al Día de los Muertos y todos los santos, con origen en las civilizaciones precolombinas y hoy se celebra en México y algunos países latinoamericanos.

En Argentina, si bien el festejo en esta fecha tiene bastante que ver con la globalización e influencia norteamericana, el 1 de noviembre se conoce como el Día de Todos los Santos. Es una tradición católica que se celebra en honor a todos los santos del mundo moderno y se honra la memoria de quienes han muerto.

También muchas personas están en contra de esta imitación de costumbres extranjeras y de lo que se ha convertido en un gran negocio si se tiene en cuenta el incremento de la venta de disfraces, dulces y maquillajes.