José Luis Prado, paleontólogo y docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Unicen, en Olavarría. Platense, pero desde 1990 que se encuentra trabajando en nuestra ciudad y se vino a vivir a Olavarría hace ya quince años, y es quien dirige los trabajos para terminar de descubrir el gliptodonte que se encontró en el predio del Salto de Piedra.

Junto con él están otros cuatro integrantes del equipo que herramientas en mano -como un pequeño martillo- van excavando en la tierra de a pocos centímetros para lograr, con mucho cuidado, extraer los huesos del gliptodonte. Ellos son: Gustavo Gómez, Ricardo Bonini, Jonathan Belinzón, Julio Merlos y Manuel Carreras, quienes con mucha paciencia desde hace mucho tiempo, y por varios días más, continuarán trabajando en una de las paredes del arroyo Tapalqué. Y Prado habló con Primera Info para contar lo que ha ocurrido, o por lo menos lo que se dio a conocer esta semana en el Salto de Piedra.

 “Hace varios años que yo traigo a los alumnos al Salto de Piedra a hacer trabajos de campo. Y lo que hicimos, hace dos años, fue iniciar un proyecto financiado por la Universidad y por el Conicet, así que empezamos a estudiar la evolución de la cuenca del arroyo Tapalqué. El año pasado estuvimos excavando a unos doscientos metros de donde estamos ahora y ya hemos estudiado muy bien la geología, la evolución climática y datamos todos estos sedimentos. Así que tenemos ubicados algunos restos. En concreto, la caparazón de este gliptodonte, quizá nos lleve un mes sacarla totalmente. Entonces cada año programamos para hacer distintos trabajos”.

 Este hallazgo fue impactante...

“Sí. Este hallazgo es muy significativo, porque es muy distinto al resto de los gliptodontes que tradicionalmente se encuentran en la zona, porque está justamente en un nivel muy antiguo ya que está en 150 mil años. Es una especie distinta que vivió con anterioridad a la llegada del hombre a la zona, distinto a los cuatro que hemos encontrado en marzo en Bolívar. Esta especie que encontramos es una especie más antigua”.

¿Es el primero que encuentran en Olavarría?

No, no. En el Salto de Piedra, sí. Aunque en las excavaciones anteriores aparecen placas aisladas, no aparece un caparazón como esta que está bastante entera. Aparecen fragmentos de huesos y eso es frecuente, pero esta que encontramos ahora es distinta porque es una especie diferente. En Olavarría hay aparecido en otros lugares, ya que en la zona de Calera Avellaneda encontramos uno, también en un canal al costado de la ruta 226, y hace muchos años sacamos uno por el puente de Avenida de los Trabajadores. Es decir, hay estas especies. Lo que sí, nunca sacamos uno totalmente completo, entero, ya que son fragmentos. Y este que encontramos ahora no está entero completo, aunque está bastante completo dentro de todo.

¿Qué medidas tiene?

Es un animal de 2 metros de largo por 1,20 metro de alto, como un auto pequeñito. La forma de un Fiat 600 para graficarlo y describirlo de alguna manera. Y la particularidad que tiene es que, aparentemente, este animal se ha muerto y no sabemos si por el arrastre de los sedimentos –porque está justamente en el medio de lo que sería la antigua planicie de inundación del arroyo- se ha dado vuelta el caparazón, ya que está hacia arriba. A menudo los mismos preatores los dan vuelta para comérselos. Está en esa posición, como con las patas para arriba. Distinto de los que encontramos en Bolívar, en marzo, ya que los cuatro estaban en posición de vida, todos juntos, parados.

Para la arqueología es un hallazgo importante y para Olavarría un hecho muy especial…

Este es un hallazgo muy importante para la ciencia, sobre todo, más allá de que el Salto de Piedra es un lugar muy rico en fósiles. Y nos va a llevar muchos años completar el estudio. En la zona, los dos lugares donde hay afloramientos que aparecen fósiles son en Calera Avellaneda y en el arroyo Tapalqué. Además, son dos cosas distintas, son dos contextos diferentes, ya que uno es más antiguo, con otro ambiente, y este del arroyo. Desde el punto de vista científico, nos van a dar para trabajar diez años más.

Bernardo De la Vega: “Para mí y para el club es un orgullo”

Después de su trabajo en un banco, a Bernardo De la Vega le ha cambiado la vida. Se hizo cargo del Saslto de Piedra, que pertenece al club Ferro Carril Sud, y allí –desde hace ya tres temporadas- ha hecho una renovación fundamental para que la familia, ya sea la ferroviaria y de toda la ciudad, regrese a ese lugar tan bonito que es ideal para compartir en familia. Esto fue lo que contó:

“Esta es la tercera temporada que estamos con el proyecto en el Salto de Piedra. Cuando llegué ya la gente de Ferro había tomado una iniciativa, cuando se hizo el show del Indio Solari, y ahí hicieron grandes cambios. Pero luego se terminó de construir la zona de camping, los baños, la proveeduría y otras mejoras. Está abierto todos los días, de 9 a 20 horas, y la gente puede venir a pescar y a hacer camping dentro de poco cuando quede habilitado por el gobierno nacional. Se puede venir a pasar el día, a comer un asado en grupos de hasta diez personas, así como andar en kayak, hacer caminatas, y también tenemos una cancha de futgolf. El gran objetivo, a futuro, es terminar de armar un restaurante que tiene las bases, pero hace falta tiempo y fundamentalmente dinero. Ya llegará”.

¿Cómo impactó que hayan encontrado un gliptodonte en el Salto de Piedra?

“Vienen trabajando hace años en el lugar y han hecho otras muestras, pero a este gliptodonte lo descubrieron hace un tiempito y decidieron recién ahora darlo a conocer, y poder sacarlo. Para mí y para el club es un orgullo, sin dudas, porque el Salto de Piedra es patrimonio de la ciudad y que hayan encontrado restos arqueológicos en este predio suma muchísimo, sin dudas”.

¿Igualmente, te sorprendió?

“Sí, sin dudas. Aunque sabía que lo habían encontrado hace un tiempito. En otro lugar, muy cerca de aquí, han excavado y encontraron restos fósiles, pero al lado del arroyo encontraron un gliptodonte, y seguro que impacta. Hay muchos restos fósiles me han dicho. Lo que me dijeron es que el arroyo en un momento dobla, pero siguiendo en forma derecha estaba el viejo caudal, por lo que hubo un movimiento tectónico que hizo que a partir de ese salto se originaran curvaturas. Dicen que es una zona muy rica paleontológicamente hablando”.

¿La gente ha respondido y ha venido al Salto de Piedra, lo ha redescubierto?

“Sí, esa es la palabra: lo ha redescubierto, y pudo ver la gente que es un lugar para la familia. Es que se había generado una imagen fea del lugar, como que era tierra de nadie, pero hace tres años que no es así. El verano pasado, por ejemplo, fue creciendo muchísimo con eventos como el patio cervecero, el Salto Rock que reunió a 1.200 personas, así como el futgolf que fue la primera cancha de Olavarría. Es un lugar para la familia que viene los fines de semana, siempre cumpliendo con los protocolos sanitarios, ya que se le toma la temperatura, los datos, todo lo que corresponde, así que vamos muy bien felizmente”.