Los jugadores ya comenzaron a mover sus piezas y el escenario adquirió de pronto una dinámica tremenda. Es la teoría del juego en su versión más visible. Mauricio Macri, fiel a su ego, decidió existir, mandó como Cristina a hacer un libro y salió de campaña.

Pero el candidato de 2023 parece que va a ser otro u otra, ya que se habla de Rodríguez Larreta o María Eugenia Vidal, según como midan.

Probablemente, dentro del Pro, sea la ex gobernadora la que tenga mayores posibilidades, pero no habría que descartar a Martín Lousteau, un radical que puede seducir muy bien al electorado independiente.

En el Frente de Todos el candidato sería Sergio Massa y ya habría acuerdo con Máximo Kirchner para ello. El hijo de Cristina quiere ir por la Provincia pero con una caja más sólida que la que se tiene actualmente, aunque no se sabe cómo hará para conseguirla, si con otra coparticipación o con nuevos impuestos, algo muy difícil de implementar en una Argentina y en una Provincia tan desangradas.

El radicalismo no quiere dejar pasar esta ocasión y buscará imponer a Lousteau, aunque el economista podría llegar a conformarse con la jefatura de la Ciudad.

El eje principal del Frente de Todos pasa por limpiarla a Cristina de sus causas judiciales y una cierta independencia del peronismo de La Cámpora. Pero, mientras Cristina siga vigente, eso será prácticamente imposible. De todos modos, y vale la pena aclararlo, las diferencias no pasarían por los proyectos ni las ideas sino por el manejo de la caja y los negocios.

 Las movidas locales

 El mismo dilema político es el que se manifiesta en todas partes. Cada actor principal busca donde colocar sus piezas y utilizar  las mejores casillas. Pero como la política se hace de a varios, también están las rencillas internas. Es el caso de Juntos por el Cambio, en donde los radicales buscarán lugares en las listas y coparticipar en el gobierno. 

En un momento trascendió que el doctor Germán Caputo, una de las personas que mejor mide en Olavarría, según algunas encuestas, podría encabezar la nómina de concejales, mientras que el kirchnerismo llevaría a Guillermo Santellán como número uno. La puja, entonces, podría ser algo favorable para Cambiemos y, como se comenta, el Intendente habría tomado nota de esta disparidad a todas luces favorable.

Quien se está moviendo es José Eseverri, que pese a no pretender jugar a full en Olavarría se sentiría todavía en deuda con su tropa, por ejemplo, con Einar Iguerategui, a quien habría mandado a estrechar vínculos con La Cámpora,  la que le habría asegurado al ex concejal eseverrista el cargo en la sede local de la defensoría del Pueblo provincial. Dicen que eso ya está cerrado y que José habría saldado su deuda, entre comillas, con su discípulo. Pero también es cierto que si el hecho es cierto, Eseverri ya estaría prefigurando su futuro alineamiento político. 

El peronismo lucha por permanecer más allá del camporismo y lejos de los hijos de Cristina, pero no se sabe si podrá hacerlo. La Cámpora representa hoy al movimiento o al menos no parecen tener opositores con la fuerza necesaria para destronarlos. Por eso, la disidencia espera impacientemente el resultado de las futuras Paso.