por Mercedes Fariña / @MerPato

Una de las principales consignas en las marchas del colectivo LGBTNBI+ de todos los años refiere al derecho de las infancias a ser libres y felices, sin imposiciones ni violencias y con amor. Para las disidencias, lamentablemente, son moneda corriente el rechazo familiar y la discriminación, en muchos casos a corta edad. Imaginemos a una persona expulsada del núcleo familiar solamente por ser como es.

Nancy no conoce esta situación de primera mano, su hija Claudia es una mujer cisgénero heterosexual. Sin embargo, las dos estuvieron en el Paseo Jesús Mendía en la tarde de este martes, "apoyando desde otros lugares". Porque saben del poder sanador de un abrazo, sobre todo del que viene de quien sabe ser nido y hogar.

Esta madre se acercó a la marcha con un cartel que rezaba "Abrazos de mamá", dispuesta a brindar sus brazos y un momento de amor y contención "a todas las personas que lo necesiten, que no lo tuvieron". 

La mujer "de sesenta y pico" contó a este medio que hace muchos años su familia procura, desde su lugar, apoyar cada reclamo por un mundo más justo. Así, junto a su marido, criaron a su hija con esos valores y entre los tres y desde el amor han transitado la vida aprendiendo y, lo más importante, haciendo.

Aunque "no es un cambio de un día para el otro, lleva tiempo". Nancy reconoce que a las personas de su generación les cuesta la apertura a los cambios, pero asegura que "el mundo evoluciona, uno tiene que cambiar con el mundo, sino te quedás afuera".

Nacida en Valentín Alsina, hace 18 años que vive en Olavarría y con Claudia asistió por primera vez a una marcha del Día Internacional del Orgullo en nuestra ciudad, dispuestas a abrazar y afirmando que "donde falta un derecho, ahí hay que apoyar y para esto estamos acá".

Por su parte, Claudia expresó orgullo por ser su hija, ya que su propio pensamiento "es producto de que se me haya inculcado el respeto por la diversidad y que amar es un derecho y el respeto, una obligación".

Desde el colectivo LGBTIQ+ han manifestado en diversas ocasiones que "no es necesario ser la causa para apoyar la causa" y que el amor y la familia pueden encontrarse en otros vínculos, en las calles o en la militancia. Quién sabe cuántos nudos en la garganta se aflojaron un poco este martes en los brazos de Nancy.