Mauge Macías y Coty Probanza con Victoria Altavista y el inspector jefe Distrital Julio Benítez

* por Mercedes Fariña / @MerPato

En enero de este año surgió un lugar de encuentro y contención para Mauge Macías y Coty Probanza. Ambas tienen hijas trans, de 5 y 6 años respectivamente. En la búsqueda de espacios de identificación, las mujeres se conocieron y "nos abrazamos sin decir ni hola y lloramos, teníamos la necesidad de alguien que esté pasando por lo mismo".

Coty es mamá de Ama, de 6 años y Mauge de una pequeña de 5, que está en la búsqueda de su nombre. Ambas hablan de sus "familias en transición", acompañando el proceso de las niñas y aprendiendo y deconstruyendo en el trayecto. En diálogo con Primera Info contaron que sus hijas son muy diferentes entre sí, "pero se adoran" y destacaron la importancia de que desde tan temprana edad tengan contacto con otras niñeces diversas y sepan que no son las únicas.

"La situación no difiere de la de cualquier padre que piensa '¿qué hago?', sean padres o no de una infancia trans", indica Mauge. Durante la charla primó la idea de que si bien las niñeces diversas deben estar en agenda, porque aún "falta mucho por visibilizar", el objetivo es que algún día "sean una infancia más".

Mauge contó que "lo que más abruma es el tema de la desinformación, de la falta de herramientas para
abordar esto, de qué manera acompañar, porque nosotras no hacemos más que acompañar a nuestras hijas en esta transición".

Coty agregó que en su caso tuvo que sacarse "los anteojos del binarismo para poder entender, ver la vida de otra manera" cuando su hija manifestó que no se identificaba con el género asignado al nacer. Fue en ese proceso que las madres y las hijas se encontraron y nació su militancia.

"Como toda charla entre padres, te juntás, empezás a comparar situaciones vividas en educación, salud, en la búsqueda de psicólogos, la sociedad no comprendiendo todo esto que nos viene pasando y a nuestras hijas, cuestionándolo o patologizando una infancia trans", detalló Mauge sobre el nacimiento de esta dupla que busca conocer a otros padres que tengan infancias diversas "para poder apoyarnos, aprender", a través de Criar con Alas.

Es que en sus pocos años en este mundo, sus hijas se han encontrado con situaciones que ponen de manifiesto el incumplimiento de la Ley de Identidad de Género y la falta de Educación Sexual Integral efectiva en las distintas instituciones. 

"Hay personas que saben que existe una Ley pero no saben realmente a qué se refiere, hay instituciones que tampoco te toman el tiempo de leerla" señaló Mauge y Coty agregó que muchas veces "aceptan porque saben que es Ley, pero hasta ahí".

Por ejemplo, una de las principales problemáticas con las que se encuentran las personas trans, sobre todo las niñeces, es su nombre elegido. En instituciones educativas ocurre que se insiste en llamar al niño o niña con el nombre que figura en su DNI, que no lo identifica o no se condice con su género autopercibido. Acorde a la Ley de Identidad de Género, las personas deberán ser llamadas por su nombre autopercibido aunque no hayan realizado el trámite de cambio registral.

Otro ámbito problemático es el de la salud. "No hay profesionales capacitados en estas temáticas", manifestó Mauge y agregó que en se han encontrado con profesionales amigables, "pero siempre explicación de por medio".

Estas y muchas otras trabas para el desarrollo de una infancia plena y con derechos, sumado a la falta de interés por aprender, fue el puntapié inicial para el nacimiento de Criar con Alas, un espacio que está en camino a convertirse en asociación civil.

Aún no cuentan con espacio propio, pero realizan actividades -siempre a pulmón- en un espacio prestado por el Espacio de Diversidad y Disidencias del Sindicato de Trabajadores Municipales de Olavarría. Es Victoria Altavista, integrante del gremio, mujer trans y activista por los derechos de las disidencias, una de las madrinas de Criar con Alas y quien armó la red para que Mauge, Coty y Mariana (una mamá de Azul) se conocieran.

"Criar con Alas somos dos madres militando, tratando de que otras infancias no vivan situaciones que nos tocaron vivir, nuestra idea es llegar a todas las personas que podamos".

Pero no todo es trabas y tropiezos, ya que en este camino "conocimos a un montón de gente super abierta, muy copada, se me abrió un mundo que sí conocía pero tal vez no estaba tan empapada", contó Mauge. Así, en red, con manos que se tienden para ayudar, "nos dimos cuenta de que no estábamos tan solas como pensábamos, es mucho más el peso de lo positivo que de lo negativo".

Además desde enero han proyectado distintas actividades, como folleteadas, la creación de sus redes sociales para dar se a conocer, charlas en escuelas junto al Espacio de Diversidad del STMO. También realizaron una jornada para educadores en la Biblioteca Del otro lado del árbol junto al Observatorio de Niñez y Adolescencia de la UNICEN, participaron del festival del Orgullo de este año y la lista sigue a futuro, "siempre con proyectos en red".

El próximo jueves 25 de agosto, en el marco del Mes de las Infancias, proyectarán la película "Yo nena, yo princesa", un film basado en la lucha de Gabriela Mansilla y su hija Luana, la primera niña trans en recibir su DNI bajo la Ley de Identidad de Género. Será a las 18 horas en el salón del STMO (Rivadavia 1943).

En septiembre sumarán una profesional de Psicología al equipo y acompañarán y brindarán asesoramiento en materia legal a las personas que se acerquen al espacio. Sueñan con un lugar propio para "cobijar infancias y adolescencias trans que son expulsadas de sus casas", manifestó Coty. Uno de los miedos de las familias de estas niñeces es el transodio y sus consecuencias, la discriminación, la violencia.

Hoy esta lucha desde el amor y el acompañamiento avanza "para que en 10 años no sufran transodio", para que las niñeces diversas crezcan libres y los adultos proporcionen un mundo donde puedan lograrlo. "La idea de Criar con Alas es invitar a cambiar algo".