Poco antes de las 17 horas este lunes se produjo un hecho que obligó a que fuerzas de seguridad, fiscal y hasta un psicólogo llegara hasta la esquina de Urquiza y Rufino Fal, ya que un hombre (Claudio Peralta) se atrincheró en un negocio, más precisamente un kiosco, y pidió que hasta allí llegaran los medios de prensa y el fiscal. La policía actuó rápidamente, por lo que poco después de las 20 horas logró reducirlo y se lo llevaron en ambulancia presumiblemente al Hospital Municipal. Tras ello, los vecinos agredieron con piedrazos a la policía.

 Peralta está imputado en la causa de presunta venta ilegal de terrenos y, según dijo la esposa a los medios, se quedó sin trabajo, le pidió que lo ayudara laboralmente a su abogado Sergio Roldán y también al intendente Galli, pero no recibió respuesta. Y ante esta situación tomó la decisión de atrincherarse, aunque eligió un kiosco para hacerlo (la dueña del negocio salió rápidamente del lugar, porque creía que la podían asaltar, aunque Peralta tenía otros objetivos).

La policía llegó inmediatamente y cortó la avenida Urquiza entre Merlo y Estrada, mientras que toda la familia de Peralta llegó hasta el kiosco, y entre las primeras autoridades que acudieron fueron Mario Busto, subsecretario de Seguridad de la Municipalidad, y el comisario inspector Roberto Landoni. Cabe señalar que Peralta vive en las cercanías del kiosco donde se atrincheró, es del barrio dijeron los vecinos que también se acercaron al lugar, e inclusive fueron los mismos vecinos los que llamaron a la policía.

“Estamos pidiendo que venga la fiscal y también a un psicólogo. Lo que queremos es que entren y que lo vea el fiscal. Tiene una cuchilla que se la puso en el cuello y pide a los medios que vengan” dijo la mujer que es su pareja (acompañada por su madre), para agregar que “estábamos en mi casa en la calle Aguilar, estábamos durmiendo junto con la bebé. Se levantó y dijo que iba a mi casa (mi mamá vive sobre la calle Aguilar) y al rato me llamó mi vecina que me dijo que estaba en el kiosco y que se quería matar”.

 “Yo relaciono esto con el tema de los terrenos. Se quedó sin trabajo y le pidió a su abogado que le dé una ayuda, porque el doctor Sergio Roldán puede hablar con personas como Galli, Robbiani o Ciancio y todos los que estaban con él. Lo llamé a Roldán y le pregunté si podía acercarse, pero me dijo que no porque está de vacaciones en Brasil y que no podía enviar a nadie. Se lavó las manos”, agregó.

“No sé qué va a pasar. Espero que todo termine bien. Que lo escuchen. El quiere hablar con los medios para que lo escuchen. Porque nunca pudo hablar y va a terminar pagando él, porque no tiene plata, porque es negro de barrio”, señaló finalmente.