La reconocida Universidad española de Huelva (UHU) inició un nuevo y ambicioso programa de cursos internacionales que promueve la alianza con universidades latinoamericanas en torno a diversas temáticas de gran interés y actualidad. El primero de los cursos, desarrollado entre la UHU y la Universidad FASTA de Mar de Plata, comenzó el pasado 20 de noviembre con un balance muy positivo en cuanto a la demanda y participantes.

Se trata del ‘Curso de capacitación para personal penitenciario y operadores de programas de tratamiento en prisión’, coordinado por la Dra. de Sociología de la UHU Joaquina Castillo junto al profesor y juez de la UFASTA Dr. Esteban Ignacio Viñas, impartido íntegramente en formato virtual (vía Moodle) y que constó de nueve sesiones formativas hasta el 19 de diciembre y con un total de 30 horas.

Viñas es juez penal y profesor universitario, conocido por su compromiso en el trabajo de reeducación y reinserción de la población carcelaria, quien ha estudiado ampliamente acerca del rugby como herramienta educativa, de integración, resocialización y enriquecimiento humano entre las personas encerradas.  “El sentido que tiene este curso internacional es precisamente mejorar el nivel humano de nuestras cárceles, permitiendo que los profesionales y todo el sistema penitenciario contribuyan a la mejora de las personas que tienen que cumplir una pena privativa de libertad, y a bajar la reincidencia”, destacó el letrado.

Personal que desempeña funciones en la Unidad N°2 de Sierra Chica participó de la capacitación internacional al exponer sobre la formación del Club Catriel que allí funciona. Especialmente en la concepción del deporte como herramienta esencial en la reeducación, reinserción del detenido y su aporte dentro de lo tratamental.

La exposición sobre el proyecto Catriel Rugby Club estuvo a cargo del profesor de Educación Física Santiago Casey, quien es el entrenador y referente del espacio, junto a la Lic. en psicología Alejandra De Lazzer.

Ante alrededor de 300 oyentes virtuales hicieron referencia a los dispositivos grupales trabajados para atender lo vincular, las experiencias de trabajar en grupo, donde es posible compartir, intercambiar con el otro desde un lugar distinto. “Hace dos años que trabajamos con el equipo de Rugby y la idea se centró en trasladar los valores del deporte a la vida cotidiana, priorizando las reglas y normas”, explicó De Lazzer.

“Desde el año 2012 que el equipo funciona, se consolidó y se realizó una selección de 12 jugadores con los cuales estamos muy contentos. En el encuentro explicamos la parte histórica de la Unidad, sus comienzos, su construcción y características iniciales. Cómo comenzó el Rugby allí, cómo se fue proyectando, creciendo en equipo y actualmente como Club. También desarrollamos los logros deportivos y emocionales que se obtuvieron y el equipo de trabajo que tenemos con el Ministerio de Justicia o Equipo de abordaje Psicosocial de Cajus en la cárcel. Sobre todo lo expuesto cada uno de los oyentes tuvo que hacer un trabajo y luego tendrán una certificación”, amplió Casey.

 La participación de los agentes profesionales en este evento internacional tuvo el total apoyo de los directivos de la Unidad ya que la temática que expusieron tiene un aporte significativo en la vida de los privados de la libertad y al ser compartida puede ser aplicada en otros lugares con similares resultados.

 El objetivo del curso es formar a personas que pretenden trabajar en el ámbito penitenciario, o que ya pertenecen al sistema, con el objetivo de poner a su disposición conocimientos y competencias para cumplir con su rol como agentes de reeducación y reinserción social de personas detenidas.

“La experiencia fue totalmente enriquecedora, conocer prácticas tratamentales dentro de nuestro país como en otros países, amplia nuestra visión y nos brinda herramientas para continuar potenciando y fortaleciendo nuestro trabajo, acortando distancias y compartiendo procesos que se han implementado en España, Uruguay, Venezuela y Argentina”, mencionó De Lazzer.

El rugby lleva casi 10 años en la Unidad Nº 2 y logró que los jugadores incorporen y respeten reglas, refuercen los valores de compañerismo, compromiso, respeto y competencia sana, que toleren el contacto físico que requiere el rugby, utilizando ese contacto como sistema de descarga con autocontrol, por ello toda la Jefatura de la Unidad brinda un especial apoyo para que esta actividad continúe potenciándose.