Por Mercedes Fariña

Este 6 de mayo se cumplieron dos meses del femicidio de Marcela Gómez. La joven fue apuñalada por su ex cuñado cuando se interpuso entre éste y su hermana en una discusión violenta. Este domingo hubiera cumplido 19 años. Fue por ello que sus familiares convocaron a una marcha con velas en memoria de Marcela y para continuar pidiendo justicia.

Juan Horacio Báez, de 37 años y único acusado del femicidio, se encuentra detenido desde ese día en la Unidad N° 2 de Sierra Chica, actualmente con prisión preventiva e imputado por el delito. Buscarán concretar un juicio oral y público.

María José Barrera, mamá de Marcela, expresó entre lágrimas que la jornada de hoy se trató de pedir justicia, pero también realizó un pedido de ayuda tras detallar la dura realidad que hoy transita junto a sus hijos tras la muerte de Marcela.

"Me sentí abandonada por el Estado, por la justicia, cuando pedí ayuda nadie me la dio, me la dieron cuando mi hija ya estaba muerta", manifestó. Entre lágrimas, contó a los medios presentes que además de perder a su hija, perdió su casa: "No pude volver a ese lugar donde mataron a mi hija".

En este sentido, agregó que "yo no quiero que me den cosas gratis, quiero que me den una casa a pagar para poder vivir el duelo de mi hija un poco mejor".

Además tanto María José como una de sus hijas reciben tratamiento psiquiátrico en el transcurso del duelo, proceso para el cual no cuentan con una vivienda propia. Según indicó la mamá de Marcela, el Municipio le brindó ayuda para el sepelio de Marcela y "me dijeron que me iban a dar un subsidio para alquilar con una garantía y no me han dado ninguna solución".

Esta situación además dificulta el acceso al trabajo, al bienestar y a una vida digna para que María José Barrera y su familia puedan continuar luchando por justicia y viviendo dignamente. "Me siento inútil. no puedo trabajar, no tengo a mi hija, no tengo mi casa, no tengo nada", sentenció.

La marcha de este domingo puso en evidencia una vez más las falencias del Estado y la Justicia para con las mujeres. Marcela fue asesinada el 6 de marzo por defender a su hermana de Juan Báez, quien ya tenía denuncias por violencia de género. El pedido de ayuda estuvo, pero los tiempos de la justicia no son los mismos que los de las personas. Hoy una familia se encuentra enfrentando las consecuencias y el dolor de una vida arrebatada, en soledad y sin un Estado presente.