No pudo ser. La ilusión estaba intacta. Para aquellos que por esta hermosa profesión que hace largo tiempo  abrazamos con tanta vocación,  esta realidad que Olavarría quede nuevamente al margen,  nos pega duro.

Un verdadero desencanto, mas que nada por ese público maravilloso que sacudió el «Buglione». Cinco mil almas testimoniando el apoyo a un equipo chaira al que no se le puede achacar nada.

Se reconoce que la clasificación ha quedado en buenas manos. Kimberley demostró su jerarquía, pero  Racing mereció algo mas, y mas que nada anoche, donde tras haber sido golpeado en los momentos justos, ( los dos tantos fueron en el amanecer de ambos períodos), nunca bajó los brazos, no apeló al juego brusco, se brindó generosamente al espectáculo y de no haber sido por la soberbia labor del arquero Nicolás  Baez, la diferencia se hubiera limado y quizás otra hubiera sido la historia.

Kimberley hizo méritos en los cuarenta y cinco iniciales. En el complemento, y ya ganando por dos a cero ( tres goles de diferencia en el global), se dedicó a esperar y mas aun cuando se quedó con diez hombres por la lesión de Chávez , al que no pudo reemplazar por haber agotado las variantes.

Enorme tarea de Juan Ignacio Fernández. Fue una de las figuras de la cancha. Se corrió todo pero no alcanzó. Saludable presencia llegando desde el banco de Román Garabento.

Hay material en el pibe. Ostenta sólidas condiciones para el puesto. El «Chueco» le dio las oportunidades que merecía.

Pablo Mujica aportó lo suyo, gran entrega durante toda el cotejo. Sobre el final hizo una gran jugada que culminó con un violento disparo que  se incrustó en la base del palo derecho del arquero. Rubén Tarasco tuvo también  oportunidades   y no las  pudo concretar. No era su noche. Ya sobre el final se hizo cargo de un penal y elevó groseramente el disparo que se perdió lejos de los tres palos.

Hubiera sido una  merecida conquista para Racing,  ya que, insistimos. Kimberley ganó bien pero la diferencia fue demasiado amplia en relación al desarrollo del juego.

Los marplatenses dispusieron de un arquero que no tuvo fallas,  y los zagueros centrales Rinaldi y Bacigalupe desbarataron  repetidas llegadas del elenco local.

Hubo labores interesantes en el período inicial, que no pudieron repetir en la etapa final, tales los casos de Iriarte, Matías Gómez ( se fue con una molestia), y el propio Ramiro Chávez que entró en su lugar y luego salió lesionado.

La visita golpeó en los momentos claves. Además de  entrar mas sólido al partido,  usufructuó una mala salida del fondo local , se hizo  de la pelota Leonel Iriarte, ingresó al área, lo tocaron, penal, que Santos Bacigalupe transformó en gol. Corrían apenas dos minutos.  La pena máxima se ejecutó a los cinco. Casi fue como comenzar ganando dos a cero si nos atenemos al gol de diferencia logrado en Mar del Plata.

Tuvo el propio Iriarte a los 24′ una propicia ocasión para aumentar, aunque no pudo cristalizarla por el oportuno cruce de Leo Vitale.

Apenas puesto en marcha el segundo tiempo, una buena combinación en ofensiva de la visita y Leonardo Vázquez entrando al área como «ocho»,  tras recibir de Martínez,  con certero disparo de pierna derecha colocó al balón junto al palo opuesto. Una gran definición a los 2′.  Era demasiado. Dos a cero, tres de distancia contabilizando los dos encuentros.

En este  período todo el gasto lo hizo Racing. Inclinó el campo, puso delanteros ( fue suplida la dupla central defensiva), acorraló a los marplatenses, pero no pudo inflar la red del adversario.

En esta fracción del partido ( se jugaba el minuto veinte),  hubo un largo parate producto de la descompensación de un niño en las tribunas. La ambulancia tuvo que trasladarlo a un centro asistencial  y hasta que no retornó al Parque Olavarría ( mas de un cuarto de hora  ) no se reanudó el cotejo,

Si bien se jugó hasta casi los 68 minutos, lo que siguió después no fue lo mismo por el enfriamiento no solo de los protagonistas sino también de los propios espectadores,  que en algunos casos fueron abandonando el estadio.

Varios simpatizantes locales intentaron ingresar al campo de juego pero fueron disuadidos a tiempo por los uniformados.

Párrafo especial para la multitud que copó el ámbito del «Buglione». Hacía veinte años que no se veía una concurrencia de tamaña significación. Los memoriosos la relacionaban con  la noche que se presentó Bancruz de Río Gallegos, en el mismo escenario.  Será difícil que se repita, al menos en el corto plazo.

Síntesis: 

RACING  (0): José Matos; Eduardo Scasserra, Franco Aguirre (Fermín  Kholman), Gonzalo Izaguirre (Yoel  Juárez), Leonardo Vitale; Santiago Izaguirre, Manuel Scacheri (Román  Garabento), Matías Ordozgoiti; Juan Fernández, Pablo Mujica; Rubén Tarasco. DT- David García Lorenzo
KIMBERLEY (2);  Nicolás Báez; Tomás Loscalso, Mateo Rinaldi, Santos Bacigalupe, Franco Mañas; Leonel Iriarte, Nahuel Roselli (Damián Luengo), Matías Gómez (Ramiro  Chávez); Leonardo Vázquez, Ever Ullúa (Gastón  Gómez), Diego Martínez (Leandro  Páez). DT- Mariano Mignini

Goles:

1er. tiempo: 5′ Santos Bacigalupe (K) de penal.

2° tiempo: 2′ Leonardo Vázquez (K)

Amonestados:  Gonzalo Izaguirre,. (RAC); Baez, Mañas, Iriarte (K)

Juez: Joaquín Badano (Saladillo)

Público: 5000 espectadores

Estadio: José Buglione  Martinese

Texto: Carlos Zangara

Fotos; Analía  Paez

Fuente: Emblema Deportivo