Un conocido dicho popular, que simplifica como nada la nostalgia por el pasado -aunque hubiese sido malo-, dice “qué bien estábamos cuando mal estábamos”, y lo repiten ahora cuando comparan los gobiernos de Alberto y Cristina con el de Javier y Victoria.

A veces la nostalgia le lima las asperezas al pasado y lo hace pasar por un tamiz especial que le quita todo lo feo y descartable. Un escritor llegó a decir que “los recuerdos se embellecen con la nostalgia”, pero tampoco exageremos porque este ajuste brutal suele distorsionar bastante la mirada hacia lo anterior.

La crisis de 2001, la criminal devaluación de Remes Lenicov y la inflación subsiguiente promovieron una cierta nostalgia por la pax económica de la convertibilidad. ¿Volverá a repetirse esa nostalgia por lo pasado después de soportar el ajuste y el goce del Presidente por lo que está haciendo?. Al ver a Milei cómo se ufana por su obra, sus burlas y sus chicanas, se puede suponer que no está pensando en ninguna corrección y que el ajuste está hecho con brutal impiedad.

Posiblemente la frase popular de más arriba que se obstina en añorar el pasado se remonte al poema del poeta medieval Jorge Manrique, cuando señala en sus coplas “como después de acordado/ cualquiera tiempo pasado/fue mejor”.

El país reflejó lo mismo cuando después del errático gobierno de Fernando De la Rúa, la crisis de 2001 y lo que vino después no sólo extrañaba a Carlos Menem sino que además lo hizo ganar las elecciones de 2003 con una diferencia de tres puntos sobre el tándem Duhalde/Néstor Kirchner.

Aquello se dio con aquella ley de lemas trucha de Duhalde para combatir al riojano mandándolo a una segunda vuelta también tan trucha como el método empleado para ver si alguna vez le podía ganar y curar de una buena vez su irreductible resentimiento. El resultado ya lo conocemos: Menem arrugó porque suponía (equivocadamente) que iría a perder, y le allanó el camino hacia la presidencia al santacruceño que gozaba (¿?) de la protección del caudillo de Banfield.

El Senado es un escándalo.

Luego Kirchner, para despegar del líder del conurbano, se anticipó a esa supuesta traición de su padrino y la zancadilla se la hizo él, primero, echando a Roberto Lavagna de su gabinete y luego yendo por las suyas a las elecciones subsiguientes.

Una marcha en defensa propia

Hoy, luego del ajustazo mileísta, no son pocos quienes piensan en aquella frase popular y en la nostalgia del poeta medieval. Posiblemente están añorando los subsidios del kirchnerismo/massismo, y la sensibilidad popular que este gobierno carece por completo. Además, claro, de sus promesas incumplidas como “el ajuste lo pagará la casta” cuando lo están aguantando sistemáticamente los jubilados, los trabajadores y los sectores medios; el recorte brutal en la educación y en la salud, y en la ayuda solidaria hacia los más vulnerables y rezagados del sistema.

Por suerte, gran parte de la población salió a las calles en defensa propia a protestar por el recorte en la educación universitaria. Y digo “en defensa propia” porque fue para resguardar el vehículo que los conduce hacia el futuro. Intuyeron que el Gobierno quería dinamitarles ese colectivo que dejaba a los jóvenes en la parada más próxima del futuro y rápidamente salieron para impedirlo.

El ultraliberal Benegas Lynch está viviendo en el siglo XVlll o XlX.

Para el politólogo Andrés Malamud, la masividad de la marcha universitaria es una luz amarilla para el Gobierno. Es que la cosa no es como dice Benegas Lynch, que el padre optaría por dejar a su hijo en el taller en vez de mandarlo a la escuela. El argentino valora mucho la educación y la concibe como un colectivo que deja a sus hijos en una parada muy cerca del futuro y del éxito social.

El ultraliberal Benegas Lynch está viviendo en el siglo XVlll o XlX, y no alcanza (o no sabe, o no quiere) ver que cualquier argentino estima que el único vehículo de futuro y el prestigio social -decía el sociólogo francés Pierre Bourdieu- es la educación para sus hijos. Pensar lo contrario es retroceder a la época de las cavernas.

Manrique, pero el poeta

Muchos dicen (quizás gran parte del 55% que votó a Milei) que al Gobierno anterior se le fue la mano con la asistencia, pero ¿qué es peor, un exceso de asistencia y contención o un brutal abandono?.

A veces la política y la vida misma vida nos coloca en el dilema de elegir lo menos peor. Es cuando surge Manrique con sus coplas: “como después de acordado/cualquiera tiempo pasado/fue mejor”.

Hay quienes califican esta actitud como una suerte de conservadurismo, pero es que en este bendito país vamos de mal en peor, y sistemáticamente transitamos una caída interminable. Entonces ¿cómo no añorar algo de lo transitado frente a un presente brutalmente cruel o amenazador?.

No sólo por el ajuste sino por lo caótico de la coyuntura y ese “liderazgo de coerción”, como calificó Miguel Angel Pichetto al estilo del Presidente.

Los escandalosos aumentos de la dieta de los senadores se entremezclan extrañamente con los aumentos otorgados por el propio Presidente a sus colaboradores, como el vocero Adorni, por ejemplo. ¿Fue la motivación principal del Senado para consagrar impunemente y como verdaderos caraduras un dietazo vergonzante?.

¿Qué significa el silencio y la inacción de la vice Villarruel ante semejante hecho?. ¿Para el oficialismo lo malo sólo es lo que hace u opina la oposición?. Entonces, ¿no es lo que se hace sino que se atiende solamente a quien lo hace?. El kirchnerismo actuaba de idéntica manera. ¿Será que el poder sólo atiende a quien lo dice y no a qué dice?. ¿Le importa más construir un enemigo que atender las críticas de la otredad u opositoras?.

Silencio e inacción de la vice Villarruel ante el aumento de salarios.

En un encuentro del Encuentro Republicano Federal (ERF) en Buenos Aires, donde estuvo presente el contador Mario Cura, Pichetto lanzó una dura advertencia contra Javier Milei por la falta de diálogo con el Congreso y cuestionó su “liderazgo de coerción”.

A propósito de ello, el Presidente celebró el superávit fiscal pero no pagó luz, gas ni obras públicas y se asoma una inédita crisis energética. Así, a cualquiera le dan las cuentas y puede llegar a tener superávit.⁠

⁠Y, como un baño ético en la política nacional, De Loredo bajó a Lousteau de la cumbre radical de Giardino. El jefe del bloque radical vetó a su ex socio del tradicional congreso de la UCR, aparentemente porque se aumentó la dieta.

Un poco de fuego amigo

El jefe del bloque Hacemos Coalición Federal (la oposición dialoguista, como la llaman) es uno de los diputados más cercanos al oficialismo y que más trabajó por la aprobación de la ley Omnibus, pero parece harto del estilo del Gobierno.

Tanto es así que el Presidente, con un arrebato quizás de adolescente (y mientras Pichetto hace lo imposible para sacarla en Diputados) dijo que “si la quieren tirar que la tiren (a la ley Omnibus), porque los cambios se van a hacer lo mismo”.

En fin, una adolescentada como se suele decir. El mismo Pichetto alertó sobre el riesgo que podría correr la institucionalidad republicana con su estilo de ejercer su “liderazgo de coerción”, como lo calificó el líder de ERF.

Miguel Angel Pichetto calificó duramente al estilo de Milei.

El Presi demostró que la marcha lo había tocado y decidió abrir un diálogo con las universidades, pero insistió con las auditorías que la AGN no puede hacer. ¿Las harán los privados?. En fin, todo es así, colmado de amenazas que quedan ahí nomás.

Pero la crítica de Pichetto no quedó ahí nomás. Dijo que la pérdida que han tenido los jubilados entre Alberto Fernández y Javier Milei ha sido tremenda, y que el ajuste a los jubilados explica en gran medida el superávit del gobierno, tras lo cual advirtió que si no se actualiza la mínima “el año que viene tenemos a todos los trabajadores pagando ganancias”.

Pichetto instó a su equipo a seguir construyendo de cara a las elecciones del próximo año, y remató: “La gente aguanta porque enfrente no hay nada, por eso hay que construir una opción con seriedad, no jugar a romper todo. Nosotros tenemos que situarnos en el centro del espectro nacional democrático y apostar por el cambio de ideas”, subrayó con un fuerte tono crítico que cobra un valor especial por ser una suerte de político de raza y -sin embargo- aliado del Presidente.

Pero este tipo de tensiones con los presidentes no son nuevas para el diputado. El mismo admitió en Olavarría que había tenido un cruce con Cristina Kirchner (con un perfil bastante parecido al de Milei) en circunstancias del tratamiento de la Resolución 125 en el Senado. La ex presidente no quería negociar y su tendencia, como la del libertario, era la de “ir por todo”.

Ir por más

Llamó mucho la atención el fallo del juez federal Martín Bava, quien declara la “inconstitucionalidad” del Derecho de Explotación de Canteras en Azul. El fallo sorprendente de un magistrado de la Justicia Federal y no Contencioso Administrativo, como debió haber sido luego del reclamo de la empresa azuleña Marengo, en contra del cobro de la tasa por el Municipio.

De inmediato se dijo que las cementeras locales podrían intentar lo mismo que Marengo y sacarse de encima la tasa que pagan en Olavarría, pero eso es imposible por más que un juez federal de primera instancia decida que es “inconstitucional”.

El cobro de la tasa minera ya había sido avalado por la Corte bonaerense.

Simplemente porque no existe tal inconstitucionalidad a partir de que en noviembre de 2009 la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires respaldó absolutamente que las comunas “tiene facultades tributarias pare regular la actividad minera y facultades tributarias para cobrar la tasa de la piedra”.

Así fue el fallo de la Corte bonaerense contra la presentación hecha por la cantera Carba, en Tandil, cuando le inició juicio al municipio serrano en 1995 para no pagar la tasa. Más claro, imposible.

El fallo que favoreció a la comuna de Tandil fue muy mencionado cuando el Concejo Deliberante local y el Ejecutivo decidieron aumentar la alícuota un punto, llevándola del 2 al 3%. Hoy, el desafío político es el de llevar la tasa al 4% que es el porcentaje histórico de su creación. Olavarría necesita de esos 3.000 millones de pesos anuales que representaría ese 1% más en la tasa.

Y bien que se necesita ese dinero, sea para obras e insumos necesarios para el Hospital Municipal, por ejemplo, o para mejorar los salarios municipales más bajos, como para andar regalándolo a las cementeras cuando los olavarrienses lo necesitan.

Sólo hace falta audacia política y convicción para hacerlo. Se podría iniciar ya una negociación con los empresarios cementeros para ir acercándose juntos al HCD, a ese momento en el que el Cuerpo apruebe formalmente el aumento para que la ciudad reciba después ese dinero que podría resolver muchos problemas. De ese modo, se cumpliría aquello de que las empresas deben cumplir con esa hipoteca social que tienen con la comunidad, de dónde sacan su producto y su rentabilidad.

Y, volviendo a los salarios municipales, diremos que -como todo el mundo en este país- quedaron algo más de un 30 por ciento por debajo de la inflación.

Una buena noticia es que YPF Luz y Cementos Avellaneda anunciaron que podrían construir un Parque Eólico en Olavarría, que de movida nomás daría trabajo a unas 300 personas y energía posiblemente más barata para el futuro.

-----------------------

Por Cacho Fernández (cfernandez2@gmail.com).

En Radio: escuche “Un Cacho de Mañana” (lunes a viernes de 8 a 10 horas) por radio Jum Play, con el respaldo publicitario de Transportes Malvinas (La empresa de la higiene ciudadana), Coopelectric (una empresa social para darle energía a la ciudad), EMO (Emergencias Médicas Olavarría) y Farmacia Alvarez (para atenderte siempre).