En apenas tres semanas la ciudad pasó de fase 1 a la 4 y las estadísticas no atentaron contra ese relajamiento. Por el contrario, los números se redujeron a casi la mitad. Esto quiere decir que se puede vivir con el coronavirus. Sólo hace falta la responsabilidad de la gente.

Mis amigos de España recién ahora están reconociendo la importancia de esta variable, la de respetar las normas y cuidar al otro. Hasta entonces creían que la peste era un invento de los medios y que no había que hacerle caso.

No entienden por qué no la dejan trabajar a la gente pero sí se dan cuenta de que detrás de los caprichitos de Kicillof están las patologías de su jefa y las ansias de venganza que viene reprimiendo desde 2015, o antes aún, desde que Sergio Massa aplastó sus afanes locos de una Cristina eterna.

Preguntan por Mauricio Macri y no comprenden por qué se escondió y dónde. Me quedé pensando en esto último. El líder de Cambiemos sabe que tiene, como Cristina, una base del 30 por ciento del electorado y que quien quiera ser candidato deberá aliarse con él. Es exactamente lo mismo que pasó con la ex presidente (o presidenta, como le gusta a ella, haciendo uso de su ignorancia en el lenguaje).

Macri y Cristina son conscientes que solos no le ganan a nadie. Por lo tanto buscarán integrar alguna fórmula ganadora como lo hizo el Frente de Todos. ¿Será Vidal-Macri el próximo binomio ganador?. Y ¿Massa-Kirchner (pero Máximo) en la vereda de enfrente?.

Es que tanto Macri como Kirchner van a figurar. Son como la marca de la franquicia.

Massa se escondió y escondió además su personalidad, la que mostró en 2013 cuando se le animó a su ex jefa. Después se asustó de su caída y no quiso caer más. Ahora se aferró nuevamente al kirchnerismo para hacer pie en algún lado, pero no sabe que el espacio de Cristina es un terreno cenagoso desde el cual no se puede construir absolutamente nada. Sólo poder y circunstancial como al que está dedicado la vice, sin importarle absolutamente nada de la pandemia que sufre la población.

Las dos caras de la región

El intendente Galli se va a animando a soltarse y Olavarría pasó a fase 4, un poco porque las condiciones objetivas lo permiten y otro porque pretende dar otra imagen en la región y en toda la provincia. La idea es mostrar una ciudad sin mayores problemas pandémicos porque se quiere atraer fuentes de trabajo. Y nadie se va a instalar en un lugar al que lo está afectando la peste.

Por lo tanto, esta semana seguramente (esto es un poco de info y otro de deducción) el Municipio lanzaría un plan de promoción industrial con algunas ventajas tributarias destinadas a todos aquellos que quieran confiar en Olavarría como polo de desarrollo económico.

Posiblemente el lanzamiento del plan sea mañana lunes y será una buena política para la ciudad.

Un poco porque contrarresta la publicidad negativa que circuló en estos días y otro poco porque coloca a Olavarría en el centro de las oportunidades económicas que seguramente andan buscando quienes tienen algunos pesos para invertir.

A 130 kilómetros, Tandil fuerza un relajamiento que le podría traer grandes dolores de cabeza. No se maneja con testeos, por lo tanto tiene una imagen de su propia realidad similar a la que los argentinos tenían de su país en tiempos de Guillermo Moreno, pero el médico tandilense, con un estilo similar al de nuestro Helios Eseverri (mezcla de patriarca y capataz de estancia) cierra los ojos y avanza sin querer ver su propia realidad. Ojalá que tenga la mejor suerte para esta aventura en la cual abrió todo, desde restaurantes y cafés hasta fiestas de no más de 10 personas, y un relajamiento cada vez más pronunciado y peligroso.

Si hasta la piedra movediza está temblando ante tanta temeridad.

Galli prefiere ir más despacio, más seguro y con autocrítica en los hechos, algo que en la ciudad no se veía desde hace mucho tiempo. Mientras tanto, el peronismo-kirchnerismo local opera desde la resignación a ser segundo como lo fueron River y el radicalismo alguna vez, y funciona como una eterna oposición.