El gobierno de Cuba oficializó el desarrollo de su propia vacuna contra el coronavirus que ya se encuentra en Fase 2 de los ensayos clínicos y que, según aseguraron, podrían comenzar a producir a mediados de 2021.

Se trata de Soberana 01, una vacuna desarrollada por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed), que en las últimas horas aprobó someter a estudios FaseI/II un fármaco profiláctico contra el coronavirus SARS-CoV-2, desarrollado por el Instituto Finlay de Vacunas.

Con este proyecto, la isla entra en la lista de los países como Rusia, China, Gran Bretaña y Estados Unidos, que desde hace meses iniciaron investigaciones para obtener un método de inmunización que le ponga un freno definitivo a la pandemia del coronavirus que ya causó más de 700 mil muertes en el mundo.

Según publicaron en el sitio web del Registro Público Cubano de Ensayos Clínicos, el proceso de ensayos sobre voluntarios comenzará la próxima semana y terminará en enero de 2021. Además, confirmaron que el grupo de investigadores prevé que los resultados del ensayo estén disponibles desde el 1 de febrero.

Según se detalló en las últimas horas, el estudio de casi cinco meses de duración será "aleatorizado, controlado, adaptativo, a doble ciego y multicéntrico" y tiene como objetivo general "evaluar la seguridad, reactogenicidad e inmunogenicidad" del fármaco candidato a ser la vacuna autóctona cubana contra el COVID-19.

En el proceso de los ensayos clínicos , según especificaron, se evaluará el perfil de seguridad, la reactogenicidad y la inmunogenicidad de Soberana 01, para finalmente comparar la respuesta inmune al fármaco con diferentes niveles de dosis. Los científicos esperan que la proporción de personas con respuesta inmune sea superior en al menos un 50 por ciento respecto al denominado "grupo de control", según detallaron en el informe del Registro Público Cubano de Ensayos Clínicos.

Con esta vacuna, Cuba intenta dar otro paso en su constante búsqueda de soberanía nacional. La isla ya cuenta con una destacada industria biotecnología y farmacéutica que le ha permitido desarrollar vacunas contra la meningitis, una terapéutica para el cáncer de pulmón y los tumores sólidos, entre otras patologías.