Mario Husillos: “Mi lugar en el mundo es Málaga, pero Loma Negra fue mi etapa dorada”

“No recuerdo cuándo fue la última vez que vine a Olavarría. Creo que 10 o 15 años. Di una vuelta por la ciudad y me encantó, está espectacular, aunque el recuerdo que tengo es de casi cuarenta. Siempre quise venir, me pedían que viniera también y no encontraba el momento, ya que venía a la Argentina a ver jugadores y no tenía mucho tiempo, pero ahora vine más tranquilo porque estuve de vacaciones y fundamentalmente a ver a mi mamá para Navidad, que tiene ya 95 años. Así que hablé con Osito Rodríguez para que organizara el encuentro con los amigos para ir a comer. Tenía ganas de ver la cancha de Racing, también el club Loma Negra donde entrenábamos. Es que los recuerdos siempre están”. El que cuenta todo esto, en una charla en el hotel Demetrio, es Armando Mario Husillos, aquel recordado goleador que tuvo Loma Negra en su brillante etapa futbolística cuando nacía la década del ´80.

Vino a mediados de diciembre a la Argentina para ver a sus familiares –especialmente a su madre y a su hermano- y aprovechó para venir a Olavarría y saludar a la gran cantidad de amigos que tiene acá, por lo que Roberto “Osito” Rodríguez fue el organizador de los dos encuentros que tuvo Mario con sus amistades: una cena en un restaurante céntrico y un almuerzo en el club Loma Negra. Pero vale la pena leer todo lo que dijo este goleador que el 5 de febrero cumplirá 62 años, que sigue con la misma figura que cuando jugaba, y con una experiencia en Europa como director deportivo que realmente impacta.

¿Loma Negra nunca se olvida?

Yo jugué en doce o catorce clubes y si cuento en los que también entrené, debo andar por los treinta. Pero hay lugares que quedaron marcados y Loma Negra, Olavarría, sin dudas. Es un hito en mi vida deportiva. Acá lo pasé increíble y siempre me encantó venir, porque tengo muchos amigos, gente a la que quiero mucho. No ando mucho en redes sociales, pero leo, y tengo mucha gente conocida que me tiene mucho cariño y le tengo cariño, que me manda fotos o un gol. Una vez me encontré con un olavarriense en París y lo primero que me dijo fue “soy de Olavarría”, como dando a entender que tenemos algo en común. Los sábados tengo un partido con amigos de hace veinte años y se incorporan jóvenes, y jugué hace poco con un chico de Olavarría. “Mi papá no puede creer que esté jugando con vos”, me dijo, porque su papá es de esta ciudad. Y yo creí que era de Málaga, que es otro club en el que estuve en siete etapas y para mi es histórico. Es más, vivo en Málaga.

Es que Loma Negra fue una bisagra en tu carrera deportiva…

Sin dudas. Muchos me agradecen, pero yo soy el agradecido. Acá me hice jugador. Tenía aptitudes, llegué joven a la primera de Boca aunque no me pude adaptar, me fui al Real Madrid y jugué poco y nada ya que hice algunos goles pero no me alcanzó. Y me vine a Loma Negra para ver si era jugador o no. Pero todo salió bien. Me ayudó el club, los compañeros, los dirigentes, la gente, la ciudad, el momento. Hay que tener alguna cualidad, es cierto, pero la suerte ayuda mucho. Tenía una oferta para ir a Gimnasia y Esgrima La Plata, que estaba en segunda, y alguna otra oferta chica, y venir a Loma Negra también era algo chico aparentemente y una gran incógnita. Pero para mí fue un paso gigante porque acá me hice futbolista. Después pasé a San Lorenzo, un grande, y me fue muy bien y pude llegar hasta la selección, pero me ayudó el paso por Loma Negra.

¿Cómo se dio tu llegada a Olavarría?

Me llamó Carlitos Squeo -que en paz descanse- y me dijo que le había dicho al profe (Jorge Habbegger) que te me tenía que traer. Yo no tenía idea y jugar el Regional era raro. Yo había estado en Boca y un nombrecito ya tenía, pero me convenció, que me iban a pagar un sueldo importante. Después me quería quedar por todo. Pero nadie vino a Loma Negra por el nombre del club. Después sí me llamaban ex compañeros de la primera de Boca porque querían venir a Olavarría. El club dio un salto grande, sobre todo después del primer Nacional que fue una explosión.

¿A España te adaptaste mucho mejor quizá?

Están las condiciones y después está el oficio de jugador de fútbol, que necesita un tiempo. Como en toda profesión. Algunos son cracks y van a la primera de Boca y a los dos partidos la rompen, pero no era mi caso. Después de Loma Negra y San Lorenzo yo sentí que era un profesional del juego. Inclusive le dije a mi papá -que en paz descanse- que cuando fui al Murcia, que me vendió Loma Negra y así recuperó el dinero que había pagado por mi, no había posibilidades de fracasar. Puedo no triunfar, o no ser top y así fue, pero no fracasé. Porque el trabajo ya lo conocía, sabía lo que era ser delantero centro, sé cómo moverme, y me adapté perfectamente. Agarré más agresividad también y en España me fue bien, tuve equipos siempre, y hasta hubo un regreso a la Argentina para jugar en Estudiantes de La Plata. Me volví a España después porque siempre tuve ofertas. También pasé por el Cosmos de Nueva York un tiempo, unos seis meses, por lo que di muchas vueltas pero era un profesional del juego y entendía lo que tenía que hacer más allá de las limitaciones futbolísticas.

¿Cómo fue eso de ser un trotamundos del fútbol, por España, Argentina y Estados Unidos?

Me encantó siempre. La parte económica es importante, claro, y hoy hablamos de cantidades que parecen no ser normales, pero eso no era lo principal para mi. Me ofrecieron ir al Cosmos y no lo dudé. Como jugador anduve por varios equipos pero jugué sólo en tres países (Argentina, España y Estados Unidos). Después, cuando me retiré y pasé a ser entrenador o director deportivo, anduve por Bolivia, España, Arabia, Grecia e Inglaterra últimamente. Me gusta ver el fútbol, adaptarme, buscar el cafecito para hacer mi rutina. Me adapto a todo. Bolivia que no tiene el gran nombre y también estuve años en Londres, e Inglaterra tiene quizá el mejor fútbol del mundo. Adonde voy soy feliz porque me adapto.

¿Al retirarte como futbolista, es difícil el día después?

No, para mí no fue así. Estuve tranquilo un tiempo, hice el curso de entrenador para tenerlo pero no pensaba que iba a trabajar, pero el día que me dieron el diploma empecé en Deportivo Morón, en segunda división. Morón es mi ciudad. Pero he estado uno, dos y hasta tres años sin hacer absolutamente nada, pero nada de nada. Salía a correr, jugar un poco con amigos, leía libros, salía con mi familia. Nunca hice un trabajo fuera del juego, sino que siempre en el fútbol que es el juego que más me gusta.

Aunque ha cambiado el juego...

Sí, terrible lo que ha cambiado. En los últimos cinco años estuvo mi hijo trabajando conmigo, en la segunda época de Málaga, Olimpiakos y otra vez en Málaga, y él aporta lo que es estadística, inteligencia artificial, tecnología, que son útiles para elegir jugadores por ejemplo. Son cosas nuevas que hay que saber manejarlas. Hay cambios grandes en las ligas, hay que entender cuáles son los mercados reales para comprar jugadores, saber dónde hay que comprar, y también conocer intermediarios. Si hay que buscar centrales de 23 años que midan 1,85m. como mínimo y que no hayan sido internacionales con sus selecciones, y rastreamos en las ligas y logramos una lista de 50 jugadores. Pero le pedimos a la máquina, pusimos un filtro y en un minuto tira los nombres. Obviamente después hay que verlos porque la máquina no los analiza, así que vemos si podemos traerlo o no, pero la máquina me ahorra un año de trabajo.

¿Entrenador o mánager, qué te gusta más?

Me hubiese gustado ser más tiempo entrenador, pero la vida me llevó a ser director deportivo, lo que en la Argentina es manager. En este cargo se toman las decisiones deportivas del club, porque me dan un presupuesto y yo compro, vendo, presto, veo los que suben de inferiores, y los dirigentes te hacen responsable de lo que se hará en este torneo y dentro de tres torneos. Si hay un pibe que es un buen arquero de 16 años, no hay que firmar un contrato importante con otro arquero porque sino lo tapa en tres años, así que hay que traer un veterano por un año. Uno s el club. Pero no todos los clubes son iguales, porque me puede tocar un presidente que se quiere meter demasiado en mis decisiones. En Málaga yo era prácticamente el presidente, aunque es cierto que en Málaga yo jugué en tres etapas distintas como director deportivo y también fui entrenador del segundo equipo, y vivo ahí por lo que ahí tengo una fuerza descomunal. Fui a Olimpiakos (Grecia) y ahí no me dieron la llave del club, sino que fui a ayudar, y hay que saber negociar. Acá está difícil trabajar, salvo en un par de clubes en los más no están dadas las condiciones. Acá los dirigentes se hacen dirigentes porque les gusta ser directores deportivos.

¿Qué Liga es la mejor de Europa y por qué, y cuáles son las cinco mejores en orden de acuerdo con tu consideración?

La mejor liga depende de qué punto de vista lo veamos. Organizativamente y cómo tienen todo armado, la mejor es la liga inglesa, sin lugar a dudas, por los estadios, por cómo tiene todo previsto ya que se sabe con quién vas a jugar dentro de dos o tres meses, así se pueden arreglar los viajes por ejemplo. En cuanto al fútbol que se juega tengo más dudas, ya que creo que la de España no está lejos de la de Inglaterra, e inclusive en algunos momentos está por encima, aunque reconozco que también está bajando. Las cinco mejores ligas son claras: Inglaterra, España, Italia, Francia y Alemania, las más importantes donde se mueve el grueso del mercado, e inclusive hay jugadores más valiosos en la segunda de Francia que en algunas ligas que parecieran ser importantes en Europa.

¿Te sentís más director técnico o mánager?, ¿y qué te gusta más de las dos profesiones?

Como mánager o director deportivo es como me siento más cómodo porque es lo que hecho en los últimos diez años, o más inclusive. Indudablemente, el campo de juego tiene un magnetismo diferente y me gustaría haber profundizado el tema de ser entrenador. Tengo el título del ProUefa que es el máximo título que otorgan en Europa y que habilita para dirigir la selección de Alemania, por ejemplo. Lo volví a hacer en Europa al curso y lo tengo. Pero creo que mi futuro seguirá ligado a la dirección deportiva que es donde he hecho una carrera. Esa es la idea. Son cosas bastante diferentes, son bonitas las dos, pero claramente en la dirección deportiva estás a caballo entre la parte deportiva y el club, por lo que hay que entender mucho de finanzas, de la idea que tiene el club, de planificar a varios años vista, tiene su encanto todo eso y me fui haciendo y adaptando a eso.

¿Qué cosas hay cambiado, respecto de tu época de jugador a la actual, en cuanto a la preparación y cuidado del futbolista?, ¿qué cosas te llaman la atención en la profesionalización de los clubes?

Ha cambiado todo muchísimo. Además, los jugadores saben que si no están diez puntos no pueden jugar hoy día. Hay una legión de gente trabajando alrededor de los equipos. Antes había un médico, y ahora hay un médico, un nutricionista, un psicólogo, psicólogos para diferentes terapias de los jugadores, hay gente que les mide el peso y la composición corporal. Y en cuanto a un club, hay departamentos exclusivos para el cuidado del jugador y su familia para que estén cómodos desde el primer día cuando llegan al club, para mostrarles los posibles colegios para sus hijos, por el tema de los autos, los móviles, arreglarles los pequeños problemas para que el futbolista esté centrado en el partido. Hubo un gran avance en eso y ha sido una inversión importantísima. Entiendo que hasta en clubes más chicos deben tener al menos una persona para eso, porque se gana muchísimo tiempo, se da una muy buena imagen a los jugadores. Inclusive se les da a veces un pendrive para que conozcan la historia del club, qué gusta en el club, cuál es el perfil del hincha del club, que conozcan los grandes nombres que pasaron por el club para que cuando la gente les pregunte sepan esos datos. Hay una organización importante alrededor de eso, por lo que aunque sea un club chico debe haber una persona que esté dedicada al cuidado del jugador y su familia.

¿Más allá de la situación general debido al coronavirus, cómo viste a la Argentina y qué imagen se tiene de nuestro país en Europa?

Al país lo vi muy dividido. Realmente a la gente la vi con muchísima preocupación. A cada paso son discusiones, no hay acuerdo en nada, la gente ya no defiende ni la idea ni la forma de hacer las cosas ni tampoco cómo se puede mejorar, sino que cada uno está atrincherado en su idea. Y es simplemente ver cómo se acomoda la realidad para tener razón en la idea que cada uno tiene preconcebida, no hay discusión. Veo un futuro complicado para la Argentina.

UN RECORRIDO POR DISTINTOS LUGARES DEL MUNDO

ARABIA SAUDITA. Trabajar allí fue la experiencia más difícil, porque tiene una cultura diferente, tal vez es el país más cerrado dentro del islamismo. Los dirigentes eran muy buena gente, aunque hay que aceptar ciertas cosas que te chocan muchísimo de entrada. El clima también es difícil porque hacen 50 grados de calor durante todo el año, pero para mí fue una experiencia maravillosa. Los jugadores quedaron muy agradecidos. Salimos campeones invictos y esa fue una gran alegría, pero reconozco que fue el lugar más difícil donde me tocó trabajar.

COSMOS. Estuve en el declive de lo que fue el equipo en el que jugó Pelé. De los grandes sólo quedaba el holandés Johan Neeskens, pero ya se habían ido Pelé, Giorgio Chinaglia y Franz Beckenbauer. Quedaba el nombre, pero fue una experiencia muy bonita. Vivía al lado de Nueva York, en New Jersey. Impresionante experiencia, en un estadio donde también estaba el equipo de fútbol americano, así que levantaban el estadio y en media hora pasaba de ser fútbol americano a soccer. Fue una experiencia corta, pero bonita.

GRECIA. Los hinchas son como los de la Argentina, quizá más vehementes, un espectáculo. Y el país me fascinó. Atenas es una ciudad hermosa y ciudades para vivir, como somos nosotros, dentro de Europa hay dos ciudades fantásticas como Atenas y Estambul (Turquía). Una maravilla. A Estambul habré ido unas veinte veces por trabajo, pero nunca he vivido pero la conozco bastante. En Atenas sí he vivido cuando estuve en el Olimpiakos, y los griegos son como nosotros. El club es grande, jugó la Champions League, tiene un estadio maravilloso, una ciudad deportiva de primerísimo nivel europeo, así que las condiciones de trabajo eran excelentes.

PREMIER LEAGUE. Lo que son las canchas, lo que es la competición, cómo la venden, lo que son los partidos, los estadios llenos, todo eso es un 10. Londres es una ciudad maravillosa, pero la sociedad inglesa es difícil, complicada, demasiado dinero dando vuelta, cuesta centrar los objetivos deportivos porque como hay tanto dinero alrededor que cuesta centrar inclusive a los jugadores. Yo esperaba los súper profesionales en la liga top mundial y realmente en algún caso me llevé alguna decepción. Pero es tremenda la pasión de la gente, con 60 mil personas en el estadio del West Ham -donde estuve trabajando con Manuel Pellegrini-, es todo maravilloso.

ESPAÑA, SU LUGAR EN EL MUNDO. Vivo en Málaga hace muchísimos años. En el club trabajé en siete etapas distintas. Vivo ahí y mis hijos (Mario, 28, que trabaja conmigo como scout hace cinco años, y si bien está recibido en Ciencias Económicas y habla muy bien inglés, le gusta trabajar conmigo y ha viajado por toda Europa buscando jugadores y hace muy bien su trabajo; y Frank, que se recibió en Ciencias Económicas, también habla inglés y francés) están adaptados, lo mismo que mi mujer (Susana, 62). Es un lugar maravilloso con 300 días de sol durante el año, ocho meses de playa, así que ahí estamos bien.

LOMA NEGRA. El sentimiento y pensamiento que tengo, en primer lugar, es Gracias. Me da alegría ver a la gente, lo que ha sido para mí la ciudad, donde estuve a gusto en todos los sentidos. Para mí, Olavarría es maravillosa. Fue una etapa dorada en mi vida. Y gracias a las redes sociales estoy en contacto con la gente de Loma Negra, por lo que a eso lo agradezco muchísimo.