En declaraciones a La Mecha, por Radio Provincia, indicó que se trata de “una prohibición de carácter autoritaria” aunque aclaró que “no sorprende por el manejo que hace Soledad Acuña”, quien se cree “dueña y señora de las escuelas y lo que debe suceder en ellas sin ningún tipo de diálogo con los actores del sistema”.
De todos modos, la sindicalista aseguró que “esto trasciende cualquier especulación que uno pudiera hacer” y resaltó que “ha tenido una repercusión enorme no sólo dentro del ámbito escolar sino también en el movimiento de mujeres y disidencias” porque la medida “va en contra de la ley de Educación Sexual Integral (ESI) y la ley de Identidad de Género".
Asimismo, opinó que la ministra “viene tirando un tema cada 15 días para estar en la agenda mediática y cada vez es más provocadora” pero “no puede tapar el sol con las manos con lo que pasa en la sociedad en cuanto al lenguaje inclusivo”, debido a que “es algo que excede a la escuela”. En tal sentido, agregó que “es alarmante el desconocimiento” respecto del “devenir propio de una lengua que muta como parte de los cambios sociales”.
Por otro lado, consideró que la resolución de su cartera “es desconocer las identidades que existen en la escuela" y señaló que “le da argumentos a los sectores más reaccionarios a que censuren a los docentes o a los estudiantes que lo utilizan".