Un auto y un colectivo chocaron en la Ruta 65
Los ocupantes del micro, que carecía de habilitación, viajaban desde Lomas de Zamora hacía la Unidad Penitenciaria N°17 de Urdampilleta. El matrimonio del coche, sufrió heridas.
El siniestro vial ocurrió este sábado cerca de las 05.30 horas del sábado a la altura del kilómetro 281 de la Ruta 65. El micro perdió uno de sus neumáticos y chocó contra un automóvil que perdió el control y terminó en la banquina.
Un matrimonio de la ciudad de Henderson resultó con heridas en el choque que se produjo esta mañana en la Ruta 65, a la altura del establecimiento rural “Sandino”, donde colisionaron de frente un ómnibus y un vehículo, que perdió el control y terminó en la banquina.
Según los primeros datos recabados por la policía, el auto chocó al colectivo y a este se le salieron dos ruedas. Producto del choque, el Chevrolet Cruze conducido por Pablo Aguirre Zabala, quien viajaba acompañado por su esposa María de los Ángeles Malmierca, despistó y terminó varios metros delante de donde se había producido el choque sobre la banquina.
Al lugar llegó el médico de guardia Carlos González en una ambulancia del SAME y trasladó hacia el Hospital “Miguel L. Capredoni” para realizarle los controles de rigor a los dos ocupantes del vehículo de menor porte que sufrió severas roturas en su frente.
El conductor del colectivo, Walter Bonavolonta y los ocupantes que viajaban desde Lomas de Zamora hacía la Unidad Penitenciaria N°17 de Urdampilleta no sufrieron lesiones y el rodado carecía de habilitación.
Te puede interesar
El día después: el temporal en 9 de Julio dejó 50 casas sin techo y afectó 40.000 hectáreas de sembradíos
El subsecretario de Seguridad nuevejuliense, Fabián Beltrán, destacó que tras el evento meteorológico “que afectó a unas 80 familias” la ciudad “parecía una zona de guerra”. “Ver el sufrimiento de la gente de perder en minutos el esfuerzo de años de trabajos es devastador” agregó.
Abandonaron una camioneta con cuatro cadáveres electrocutados en el hospital de Bahía Blanca
Según las primeras investigaciones, se trata de los cuerpos de cuatro personas que intentaron robar cables de una línea de media tensión en cercanías de la ciudad, y recibieron una descarga de 33.000 voltios. Además de los muertos, había un herido, que sobrevivió.