Un reconocido virólogo español fue vacunado contra el Covid: "Sólo tuve fiebre 48 horas"

"Cuando Javi 'se contagió' de Joan Pons". Ese podría ser el titular alternativo para esta historia, que cuenta el camino que está recorriendo su protagonista como voluntario de la vacuna contra el Covid-19. Javier Cantón, uno de los 190 españoles que ya ha sido inoculado con un antígeno contra el coronavirus, cuenta su experiencia en LPO. Explica que fue una decisión rápida, en la que jugó un papel fundamental Joan Pons, el enfermero español que participa en el ensayo de la vacuna de Oxford. "Hablé con él y, al escucharle, me transmitió muy buenas sensaciones de su altruismo. Me contagié, en el mejor de los sentidos". Tras esa llamada, abrió su ordenador y escribió un e-mail al Hospital de La Paz: Javier Cantón se ofrecía para probar la vacuna contra el Covid-19. 

Pons le dio el último empujón, es cierto, pero Cantón, que es doctor en Virología gracias a una tesis sobre el virus MERS-CoV, ya venía dándole vueltas a la idea en su cabeza. "Podía venir bien a la sociedad. Era algo que me parecía una aventura". Poco después de enviar el correo electrónico, recibió una llamada: era uno de los 190 elegidos.

Una ‘aventura' segura, y con todas las garantías -todas las posibles en un ensayo experimental- que arrancaba en el madrileño Hospital de la Paz hace una semana. "Antes de vacunarte te cuentan toda la información, te enseñan los artículos científicos donde se demuestra la seguridad de la vacuna". Además, explica Cantón, la plataforma que se está utilizando para inyectar la vacuna es la misma que se empleó en la República Democrática del Congo para vacunar a más de 70.000 personas contra el ébola, y ninguna ha presentado ningún efecto adverso. "Yo estoy bastante tranquilo", dice al otro lado del teléfono.

Javier Cantón, un virólogo con un currículum académico y profesional brillante relacionado con el estudio del coronavirus, ha sido contactado por LPO en otras ocasiones para cuestionarle, en calidad de experto, por la evolución de la pandemia. Esta vez, sin embargo, las preguntas han sido muy diferentes. Y todas relacionadas con su experiencia como "vacunado de Covid". A una de las primeras a la que ha tenido que responder tiene que ver con el proceso de vacunación en sí, y las etapas que ya ha ido superando.

El primer paso, explica Javier, fue la realización de una analítica y una PCR para comprobar que no tenía el virus. El segundo, una serología para confirmar que tampoco tenía anticuerpos, porque "en el momento en el que has estado expuesto al virus ya no sirves para el estudio". Superó las dos pruebas con éxito y estaba dentro del rango de edad que buscaban: "Entre 18 y 55 años de edad y luego, a partir de los 65 en adelante". En su caso, es además una persona "relativamente sana", y sin ninguna patología previa.

Las vacunaciones de la fase 2 comenzaron en España el 15 de septiembre. Solo dos días después, el 17, Cantón recibió la primera dosis. Los grupos de vacunación son de 0 dosis -el grupo placebo-, de una dosis y de dos dosis. Ninguno sabe cuántas dosis le van a poner, aunque si recibirán dos inyecciones. Después de la primera, "tuve fiebre las primeras 24 o 48 horas y un poco de mal cuerpo", pero "nada que no se pudiese aliviar con Paracetamol cada 8 horas durante esos dos días". "Estoy bastante bien", asegura alegre Javier una semana después de vacunarse. Tiene hasta foto para el recuerdo de la vacuna, que comparte con LPO para ilustrar su historia:

Tras las dos primeras dosis de la vacuna, queda una tercera inyección. "Pero no es para introducirte el virus", explica. "Te inducen la infección con lo mismo con lo que te vacunan, pero una dosis menor". El objetivo es "ver cómo reacciona el organismo a la proteína S del coronavirus después de una o dos dosis". Se trata de testar la eficacia de la vacuna. Pertenece a la farmacéutica estadounidense Janssen, propiedad del gigante Johnson & Johnson, y se basa en combinar material genético procedente del coronavirus con un adenovirus modificado, conocido por causar resfriados comunes en humanos, para lograr así generar una respuesta inmunológica frente a la proteína S del coronavirus.

 La siguiente dosis le toca dentro de 3 meses, pero tendrá que estar vigilante a su cuerpo hasta enero de 2022: "Vamos a estar monitorizados de 14 a 16 meses". Cada uno de los 190 voluntarios tiene su particular cuaderno de bitácora, donde deben ir apuntando si tienen síntomas o no. Con especial atención los siete días posteriores a la vacuna. "Tenemos que escribir si tenemos fiebre, o hinchazón donde nos han puesto el pinchazo o algún otro síntoma". Todo tiene que estar ahí, en un diario de a bordo en la travesía hacia la vacuna del Covid-19. Un camino difícil de recorrer sin gente como Javier Cantón.

"¿Qué te dice tu gente?". Hay de todo, asegura. Algunos, preocupados por lo efectos secundarios que pueda tener la vacuna para su salud. Otros, le felicitan. Es una pieza necesaria para el engranaje que permitirá recuperar la 'verdadera normalidad', sin distancia de seguridad. Y un tercer grupo que nunca falta: "Alguna broma sobre si me van a salir tres brazos también hay". Se ríe, porque está tranquilo y confía en que la inyección es segura.

La farmacéutica estadounidense ya busca 60.000 'Javis' más en 125 países, después de anunciar que este lunes pasó a la fase 3 del ensayo. En España continúa todavía la segunda fase del ensayo clínico, que durará por lo menos entre cuatro y seis meses. Tres hospitales, los madrileños de La Princesa y La Paz, y el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, con 190 voluntarios, entre los que está Javier Cantón, lo hacen posible. 

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