Terremoto en el Senado de la Nación, el rol de los trolles, fanatismos y el dilema de gobernar

De pronto, la fórmula presidencial explotó en el Senado de la Nación repitiendo las peleas similares entre Presidente y Vice que se ha venido dando en casi toda la historia de los gobiernos. Javier Milei acabó haciendo realidad la profecía que él mismo había facilitado su cumplimiento.

La conducta del Presidente ya estaba presente de algún modo en una novelita que Miguel de Cervantes Saavedra incluye en su gran novela Don Quijote de la Mancha. Efectivamente, en uno de los pasajes de la obra, el caballero decide pernoctar en una posada en la que un árabe, también de paso, cuenta una historia que el escritor la tituló “El curioso impertinente”.

En ella, el musulmán narra la historia protagonizada por una pareja conyugal en la que el esposo, desconfiando de la conducta de su mujer, la incita permanentemente al adulterio para probar su fidelidad. Su paranoia lo lleva a repetir sistemática y obsesivamente su conducta. A ella no se le había cruzado por la cabeza la más mínima intención de traicionarlo puesto que lo amaba, pero lo termina haciendo.

¿Por qué?. La conducta de su esposo desconfiado la condujo a la traición y la profecía que él había barajado como una mera hipótesis y por su propia inseguridad y paranoia se terminó haciendo realidad como una profecía autocumplida.

Este cuento de Cervantes funciona perfectamente como una metáfora tanto de la conducta del Presidente, quien vive sospechando de los demás que disienten con él -aunque sea en detalles- de ser “traidores”. Lo hizo con sus legisladores y también con su compañera de fórmula. Al final termina haciendo realidad lo que hasta el momento era sólo un delirio persecutorio. Sus prejuicios se transforman en verdaderas profecías que se autocumplen.

Su inseguridad, quizá, lo lleva a permanentemente a conductas que promueven el final de lo que él pretendía evitar. Su exceso de previsión lo lleva a articular conductas que hacen que sus profecías (que sólo ocurren en su mente y en su imaginación producto de su inseguridad) se terminen autocumpliendo, como aquel adulterio tan temido por el personaje del cuento de Cervantes.

Miguel de Cervantes Saavedra y la política argentina.

Entonces, al Presidente le falta relajarse para poder meter goles políticos y para ir consolidando su gobernabilidad. Pero hace todo lo contrario.

Su ejército de trolles (que también lo tuvo el macrismo y el kirchnerismo) apelan a la presión para promover conductas obsecuentes en quienes se duda de su fidelidad. Son como ese marido del cuento que vive acosando a su esposa para que sobreactúe su lealtad matrimonial.

Como lo viene haciendo, Milei sospechó de su Vice y la condujo a conductas que pretendía evitar. ¿Le puede pasar lo mismo con otros sospechados?. Seguramente. Es decir, él mismo se va construyendo las “traiciones” que dice recibir.

Malditos fanatismos

Lo que pasó en el Senado le permitirá a Milei continuar diciendo que son todos “traidores” y rechazar a quienes no piensan exactamente como él, y así no hay posibilidad de consensuar nada. Tampoco el famoso Pacto de Mayo. En tanto consolida la grieta y le va aumentando volumen a la oposición. Tanto es así que ya hay radicales que votan con el kirchnerismo como lo hizo Martín Lousteau y el senador de Tierra del Fuego.

Martín Lousteau se enfrentó con Milei y dividió aguas en UCR.

También Maxi Abad se abstuvo para no quedar pegado ni con Lousteau ni con el kirchnerismo. Esa obsesión por dividir al mundo entre “blancos” y “negros” termina obstruyendo la posibilidad de diálogo entre grises y perder un voto en donde, quizá, lo hubiese tenido.

Dicho sea de paso, los radicales ya son como los peronistas: sus internas son eternas como las de Lousteau y Abad.

Las posiciones extremas y la consecuente polarización devienen del fanatismo fundamentalista propio de los advenedizos o de los recién llegados a la política. El siglo XXl ha ido generando fanáticos de todos los colores. Los hay en cada espacio y acentúan diferencias internas que por ese fundamentalismo acaban siendo imposibles de zanjar y terminan volviéndose eternas.

El fanatismo y ese fundamentalismo han dividido a la sociedad y han ido generando grietas cada vez más profundas en todas las relaciones humanas, sean políticas, sociales y también familiares.

Luis Caputo, el ministro en el que confía ciegamente Milei.

Por esa falta de experiencia en la política, cada facción concibe a sus verdades como “absolutas” y excluyen a todo disidente. La intolerancia va socavando las bases de la libertad y la democracia alimentando el nacimiento y el desarrollo de regímenes autoritarios y absolutistas. Estamos entonces, como lo venimos estando desde el despertar de este siglo, ante una especie de paradigma medieval. Sólo faltan las teocracias y cartón lleno.

Bueno, no tanto. Milei es un místico que se cree un enviado de Dios a la Argentina para cambiar la vida de sus habitantes y supone, como todo neoliberal que con el superávit financiero o el déficit cero le soluciona la vida a todo el mundo.

Milei y su incorregible y peligrosa desconfianza.

En tanto su ministro de Economía, Luis Caputo, presionado por su jefe para tener algunos logros colabora para destruir lo poco que queda de clase media al reducir la tasa de los plazos fijos. Paradójicamente, entonces, termina haciendo lo que le cuestionaban al kirchnerismo.

Las aguas bajan turbias

Gobernar es como nadar. Es decir, si no te movés te hundís y te ahogás. Y esto es para todos los gobiernos, sean nacionales, provinciales o municipales. Y los fanatismos van desalojando la racionalidad y los términos medios.

Canteras que se cierran en Olavarría, con un tufillo massista. Foto general de Internet.

No olvidemos que George Dantón perdió su cabeza sólo por no quedar políticamente contenido en algunas de las dos facciones más enfrentadas, durante las duras jornadas de la Revolución Francesa. El jacobino crítico pretendió promover el diálogo y la reflexión en un momento en el que los franceses sólo querían guillotina y balas para sus opositores.

Pero volvamos al caso de Villarruel. La Vice, luego de ser castigada por los trolles oficialistas, tomó el micrófono y reafirmó la independencia del Senado, al que definió como “la casa de las provincias”.

Villarruel, algo molesta porque no se le había cumplido con la promesa de manejar los ministerios de Defensa y Seguridad, esperó el momento y tomó su revancha. “Voten lo que tengan que votar, hay que hacer respetar al Congreso”, les dijo a los jefes de bloque en la noche del miércoles redoblando su desafío hacia el Presidente. Y los trolles le cayeron a su yugular.

Victoria Villarruel y ¿otro divorcio presidencial?.

Mientras tanto, el FMI también observa detenidamente el clima enrarecido que de pronto enturbia la gobernabilidad y obstruye la posibilidad de un préstamo de 15 mil millones de dólares que quiere el ministro de Economía para liberar el cepo y dolarizar. Seguramente, el organismo financiero pretende firmar un acuerdo semejante en una mesa y no en el escenario de un campo de batalla.

En ese contexto tan embrollado ya se habla de sucesiones dudosas con Miguel Angel Pichetto como un futuro presidente, juicios políticos y también de rebelión fiscal como la que promueve José Luis Espert frente al ajuste provincial. Pero no dice nada del nacional.

Miguel Angel Pichetto y José Luis Espert, con mucho protagonismo.

Hay que moverse

Como decíamos, gobernar es como nadar: si no te movés cuando estás en el agua, te terminás hundiendo. Pero los movimientos deben tener alguna lógica técnica y claridad de objetivos.

Tanto en la Nación como en la Provincia, como también en el Municipio saben que deben moverse pero todavía no saben con qué planes o proyectos. Se deben elegir bien a los actores para que sean buenos guías. Pero también vale decir que no sólo es una cuestión de nombres y ocupar los vacíos.

Tanto en la Nación como en la Provincia y en el Municipio hay áreas materialmente cubiertas, pero sin definición alguna. Algo de esto estaría pasando en Salud municipal, en transporte y en otros rubros. Y si no hay proyectos, hay inmovilidad o vacíos sólo cubiertos por la confusión.

En la Nación y en la Provincia pasan cosas parecidas y en las mismas áreas. La tremenda crisis en IOMA es una muestra elocuente de ello. Es cierto que las gestiones recién comienzan, pero tampoco se debe olvidar que mientras los gobernantes aprenden a gobernar o le van encontrando la vuelta a la tarea de gestionar, los humanos continúan su rutina de vivir -o sobrevivir-, según el sector social del que se trate. Y los alimentos, tarifas y demás son monstruos grandes que pisan fuerte.

En Olavarría se siguen cerrando canteras que se habían abierto frente a la perspectiva de la construcción de la autovía sobre la Ruta Nacional 3 que quedó en nada. Y otras obras públicas que ni siquiera fueron proyectos. O, si lo fueron, se abortaron por la causa de los cuadernos.

La corrupción mata, dice el refrán, o te deja sin trabajo. Al respecto, dicen que un candidato de UxP habría tenido que cerrar una cantera en la zona de Colonia San Miguel, con la consecuente pérdida de sus fuentes de trabajo y que figuraba a nombre de un dirigente massista de la Séptima.

Liliana Schwindt y la banca en el Concejo Deliberante.

A propósito de la Sección, “Bali” Bucca vuelve a su banca en el Senado provincial y Liliana Schwindt tendrá que asumir en el HCD. Siempre y cuando Cristina Alvarez Rodríguez no le consiga una subsecretaría, que le habría prometido para “liberarla de ocupar su banca de concejal desde la cual tendría suficiente trabajo si continúa con su vocación de combatir los aumentos de tarifas.

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Por Cacho Fernández ([email protected]).

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