Dolor por el fallecimiento de Rubén Daniel Vilanova

Causó mucho pesar este martes la noticia del fallecimiento de Rubén Daniel Vilanova, o “Jorge” como también se lo conocía. Al frente de Optica Vilanova, negocio que comenzó su padre don Melchor, sobre la calle Vicente López al 2900, y óptico de profesión –que también siguió una de sus hijas, Mariana-, fue un reconocido deportista.

En la época en que brillaba con la camiseta de básquetbol de Estudiantes (en aquel equipo que tenía a Julio Estanislao Collinet en la base, Albino “Gringo” Tosetto y Roberto Colmenero como escoltas/aleros, y a Juan María “Sopera” Falabella como pivote) él se desempeñaba como alero o ala pivote, aunque en aquellos tiempos los nombres eran otros. Y simultáneamente vestía la camiseta con la estrellita en el pecho de Racing A. Club, ya que era un destacado centrodelantero que se movía muy bien en el área y era oportunista con su tremendo cabezazo.

También le apasionó el automovilismo –que heredó de su padre Melchor- y fue dirigente del Automóvil Moto Club Olavarría, llegando a ser vicepresidente (el presidente era el Dr. Amílcar Dirazar) de la entidad que organizaba las carreras de Turismo Carretera. Y es que el deporte “tuerca” lo conoció de muy joven, ya que su padre era muy amigo de Isidro González Longhi (padre de Eduardo González Rouco), por lo que era muy común escuchar la publicidad de “Optica Vilanova” (“Sus anteojos son de Optica Vilanova. Suficiente y aprobado”, decía el locutor) cuando el Mono Gagliardi llamaba desde el avión para brindar la información de los tiempos de los pilotos, en plena carrera obviamente.

Tenía amigos en todos los ambientes, brindándoles siempre su corazón (ese que hoy le falló). Don de gente excepcional. Solidario como pocos. Le gustaba agasajar a sus amigos en su casa de laguna Blanca Grande, donde fue uno de los primeros en construir y allí los recibía haciendo gala de la gastronomía que tanto le gustaba. Tipo simple, de hablar pausado, de recordar anécdotas, de superar los malos momentos con la fuerza de siempre. Un gran tipo. Así era Rubén Daniel Vilanova. Y todos, seguramente, lo recordarán de esa manera.