La Municipalidad evitó un juicio millonario por una demanda de Clear

Después de veinte años la Suprema Corte de Justicia bonaerense dictó un fallo que evitó que la Municipalidad de Olavarría tuviera que pagar una cifra millonaria luego de un juicio que le hizo en su momento la empresa Clear. En 2001 el intendente era don Helios Eseverri, quien en el medio de una grave crisis económica del país decidió rescindir el contrato con Clear, con la que en 1999 lo había firmado, brindando Clear SRL el servicio de recolección de residuos.

En ese momento, a cargo de la Subsecretaría Legal y Técnica estaba el Dr. Amílcar Dirazar, que fue entrevistado por Primera Info precisamente para dar más detalles respecto de este millonario juicio que el Municipio olavarriense evitó pagar luego del fallo de la Corte bonaerense, pero también recordó que este fue uno de los juicios –entre los cuatro o cinco más importantes- que la Municipalidad ha logrado salir airosa, que van desde el Impuesto a la Piedra hasta este de Clear, pasando por la Galera. Esto fue lo que contó el doctor Dirazar:

Después de veinte años sale el fallo favorable a la Municipalidad. ¿Qué era lo que reclamaba Clear en ese momento, porque se le había rescindido el contrato?

Sí. En el marco de la emergencia económica que vivía en ese momento, estamos hablando de 2001 con la crisis del país, el intendente (Helios Eseverri) decidió que era necesario para equilibrar las finanzas municipales tomar una serie de medidas restrictivas. Y este era uno de los principales contratos que teníamos en ese momento, con Clear, para la recolección de residuos y barrido y limpieza de la ciudad. Se hicieron ajustes primeramente, no hubo acuerdo con la empresa y después lo que la ley provincial, que a su vez adhería a la ley nacional, la Municipalidad la hizo propia a través de una ordenanza, que permitía rescindir y se tomó la decisión de hacerlo. Como consecuencia de eso, la empresa Clear cuestionó este decreto del intendente pidiendo la continuidad por diez años más, así como pidió por daños y perjuicios y el pago de contraprestaciones, según ellos adeudadas en materia de certificados y demás, y felizmente después de mucho tiempo esto llegó a buen puerto. Clear tenía un contrato para recolección de residuos, depósito de los residuos, así como barrido y limpieza.

¿Este juicio era por una cifra millonaria?, ¿hablando de cifras se puede dar alguna que sea estimativa?

Sí, varias veces millonario. Hoy en día es difícil decir cuánto, ya que además en ese momento estaba la cotización del dólar en 1 a 1. Pero creo que es un juicio que supera los 10 o 15 millones de dólares. Debe ser el segundo juicio más importante en la historia de la Municipalidad. El anterior, en el que también me tocó intervenir y también salió favorable al Municipio, fue cuando nos querían cobrar impuestos nacionales y provinciales por la importación del tomógrafo que compró el intendente Eseverri, un producto importado, y que nosotros cuestionamos porque los hospitales nacionales y provinciales estaban exentos de pagar IVA y demás impuestos, que eran cifras astronómicas. Creo que el tomógrafo valía entre 4 y 5 millones de dólares en ese momento. Pero salió un resultado favorable, ya que considerábamos que había una violación a la igualdad porque los municipios no tenían por qué ser discriminados en este sentido y la Corte, en un fallo muy dividido que desempató el juez Zaffaroni, nos dio la razón. Después de ese juicio, fue el más importante en significación económica en términos de lo que la Municipalidad podría haber pagado. Hay que tener en cuenta que la Municipalidad, y lo digo por la experiencia que tuve por haberla representado durante 35 años, es la empresa más importante de Olavarría. Por ende, todo lo que pase en el Municipio inclusive en materia judicial, es de una gran envergadura económica.

El Municipio tuvo varios juicios importantes, quizá cuatro o cinco. ¿Cuáles fueron los otros?

El primer juicio histórico importante que tuvo la Municipalidad fue en la década del ´50, cuando también por una mayoría ajustadísima la Suprema Corte provincial declaró la constitucionalidad del denominado Impuesto a la Piedra, es decir el derecho a la extracción que pagaban y pagan hoy en día las cementeras, siendo uno de los principales recursos del partido, y fue una cuestión histórica y trascendental que inclusive después tuvo una gestión legislativa a través del entonces senador Oscar Lara. Porque ahí la Corte dijo que el Municipio -que en ese momento estuvo representado por el doctor Pablo Fassina- estaba autorizado para cobrar este impuesto, que era un derecho municipal que no se superponía con ningún impuesto provincial ni tampoco nacional, con un argumento muy inteligente: era un resarcimiento al pozo de pobreza que estas empresas generan cuando sacan recursos naturales no renovables. Ese fue el argumento jurídico de la Corte, felizmente, sostenido hasta hoy. Las empresas hicieron un embate en la década del ´80, durante los gobiernos militares, pero nos defendimos a muerte en la Comisión Federal de Impuestos, hicimos gestiones administrativas y legales del caso, y por suerte no llegó a juicio y hoy ya no se discute la legalidad y la constitucionalidad de este impuesto que es vital para todos los olavarrienses.

¿Uno de los juicios históricos y más recordados fue el que tuvo en el medio a la emblemática Galera de los Emiliozzi?

Sí, sí. El de la Galera fue histórico por lo que significa para Olavarría. Es una gran satisfacción personal, porque en ese momento además de ser el subsecretario de Legales del Municipio también era el presidente del AMCO, Tito Emiliozzi era el representante de la Municipalidad en la construcción del autódromo y cuando nos enteramos que la Galera se iba de Olavarría, porque había sido publicada su venta en un aviso en el diario Clarín, entonces le propuse al intendente (Helios) Eseverri de expropiarla. En ese momento él no decía no a nada, fue la persona más valiente y con más coraje que he conocido en el Municipio, con un gran sentido común más allá de ser una persona que no tenía estudios superiores universitarios, y dudó en un primer momento. Pero cuando le repetí el tema y le dí argumentos legales para expropiar en este caso un auto histórico, finalmente se hizo la ordenanza que se votó por unanimidad. Ahí tuve una gran ayuda de la gente de la Fundación Fangio, del Museo de Balcarce, porque el gran tema era cuánto valía la Galera. Porque era un vehículo que no tiene precio para los olavarrienses, pero para otros mercados sí lo tenía, de un auto antiguo y no mucho más...

Se hablaba en su momento de 50 mil dólares...

Sí. Finalmente, un holandés con el que me puso en contacto la gente del museo Fangio, le expliqué todo e inclusive estuvo también en Olavarría. La tasó en 50 mil dólares y felizmente llegamos a un avenimiento con el propietario y se evitó la expropiación. Esto fue muy importante para nosotros, porque que sea patrimonio cultural histórico para Olavarría un vehículo que es el único que se conserva en ese estado, absolutamente original, y lo que significaron los Emiliozzi, realmente fue valorable.

¿Cuál fue el otro gran juicio?

Otro muy importante que tuvimos fue cuando pudimos sustentar la legitimidad de las facultades del Municipio en materia tributaria, y fue cuando las empresas más grandes de Olavarría nos cuestionaron la ordenanza del alumbrado público, la aplicación de la tasa que les cobramos. Felizmente anduvimos bien y la Suprema Corte de Justicia falló favorablemente y en ese largo tiempo en el que estuve en la parte legal del Municipio esos fueron los juicios más trascendentes que tuvo la Municipalidad.

Un orgullo para Ud. y para todos los que trabajaron para defender los intereses de la Municipalidad...¿cómo se trabajaba en ese momento?

Esa es una muy buena pregunta. Porque debo remarcar primero la independencia con la que pudimos trabajar. Yo entré en el año 1980 y me fui en 2015 y todos los intendentes nos dejaron trabajar con absoluta libertad, nadie nos presionó y obviamente yo presentaba la renuncia cada vez que cambiaba el intendente, por más que tuviera estabilidad como director, pero por suerte siempre fui confirmado. El secreto de todo esto es un trabajo en equipo. No podríamos haber logrado esos éxitos jurídico si no hubiéramos tenido un equipo que nos ayude, que nos complemente y que nos dé los datos para sellar la defensa legal, porque se podría haber planteado una defensa jurídica excelente pero si no tenía los datos, informes y pericias de la Secretaría de Obras Públicas, si no estaba el ingeniero (Juan Carlos) Trachsel, no tenía un ingeniero como Nelson Di Giácomo, un profesional como (Roberto) Calascibetta, si en el área de Economía y Hacienda no tenía a un profesional como Fernando Demarco, así como a Pocho Rossi y tantos otros, que me explicaban los números y sustentaban nuestra defensa, realmente hubiera sido imposible y hubiera sido una catástrofe por lo que el Municipio directamente hubiese quebrado. Y obviamente, un agradecimiento a todo el equipo de letrados y al personal de la Subsecretaría de Legal y Técnica, donde he tenido brillantes compañeros y excelentes profesionales que me secundaron en la labor, cada uno hacía su aporte, y poníamos todo porque nuestra camiseta era la camiseta de la Municipalidad, y sabíamos que nuestro cliente eran los que hoy son 100 mil habitantes de Olavarría, teníamos que defenderlos y no teníamos ningún otro interés, ya que no percibíamos honorarios extras sino que recibíamos un sueldo, y quiero destacar a todos los colegas que pasaron por esa Subsecretaría desde el año ´80, a ellos va todo mi reconocimiento y eterno agradecimiento.