Sebastián Matrella: “Estoy en contra de los curros y esas cosas bajo la mesa que tiene la política”

POR DARIO FARIÑA. Hombre de campo, pero también de la política. De una política que fue conociendo de más joven y que hace un par de años comenzó a experimentar en carne propia desde su esencia radical y a partir de ahí su acercamiento a Juntos por el Cambio. Sebastián Matrella, que también fue presidente de la Sociedad Rural de Olavarría (cargo que sigue ostentando, pero con licencia por su ingreso a la política), hoy es concejal y en el día a día de este nuevo mundo ha visto cosas buenas y cosas que no le gustan tanto.

En una charla con Primera Info, Sebastián habló de todo. Desde la situación de la UCR hasta las reacciones del presidente Javier Milei, pasando por una durísima autocrítica para su espacio político, del campo –obviamente- de las decisiones que habría que tomar de cara a una Olavarría a un futuro no muy lejano, y de todo lo que no le gusta de la política, así como su preocupación por un Municipio que gasta más de lo que debería por los tremendos gastos diarios que no le permiten pensar en hacer inversiones para la ciudad.

Un consejo: fue una charla, café de por medio, que hay que leer con tranquilidad, despacio, para analizar cada frase de Matrella.

¿Sebastián, cuánto hace que dejaste la Sociedad Rural para meterte en política?

Esta inclusión en la política empezó en 2021, cuando yo estaba como presidente de la Sociedad Rural y ahí ingresé como concejal por un período de cuatro años, así que ya llevo dos, entrando al tercero. Contento, contento con la función que estamos cumpliendo.

Era lo que querías porque a vos te gustaba la política, pero ¿era lo que vos veías de afuera o hay cosas que por ahí no te gustan?

No, principalmente yo siempre fui un convencido de que para cambiar las cosas hay que participar, hay que meterse, involucrarse y surgió esta oportunidad para poder estar en la política. Yo ya estaba porque estaba haciendo política gremial, digamos, de la Rural de Olavarría pero esto obviamente es una cosa completamente distinta. Y participar en Juntos por el Cambio, dentro del radicalismo, dentro de ese espacio, para mí era importante. Pero estoy medio defraudado con las últimas elecciones, por mi espacio, por Juntos por el Cambio, porque no supo comunicar, no supo ser la alternativa de gobierno que yo creo que hoy tendría que estar frente al país. No tengo ninguna duda de que era el más capacitado para poder llevar adelante los destinos del país por volumen político, por gobernadores, por intendentes, por la fuerza que hay que tener en diputados y senadores para tomar las decisiones.

¿Qué se hizo mal?

Yo creo que principalmente se pensó que la elección ya estaba ganada después de 2021, cuando se hizo una muy buena acción, se empezaron a pelear a ver quién es el que iba a mandar y pensando que ya estaba ganada, como te dije recién, y ahí creo que fue un gran error. No supieron comunicar al electorado lo que querían llevar adelante y Javier Milei le robó la palabra cambio. Lo que había sido la bandera de este espacio de Juntos por el Cambio, como dice la palabra, lo perdieron en manos de una persona que venía a hacer política nueva, recién iniciado, y que supo escuchar a la gente con las demandas y por eso las canalizó y hoy es presidente de la Nación.

Los egos de Patricia Bullrich y de Horacio Rodríguez Larreta fue lo más perjudicial, con un Macri que estaba un poquito apartado. ¿Eso fue lo peor, lo más perjudicial de Juntos por el Cambio, que hizo que Milei ganara?

Pienso que esa interna le hizo mucho daño a Juntos por el Cambio, porque se desgastaron mutuamente en una pelea personal. Yo digo que a veces las ideas en la política, podés tener diferentes ideas, pero si compartís los mismos ejes se puede ir por el mismo lado. El problema es que cuando vos atacás personalmente y vas muy a fondo, después no podés volver atrás en todas las cosas que dijiste. Hoy la gente perdona mucho, yo creo que hay muchas cosas que se dicen de más, y así no fue en las elecciones. Juntos por el Cambio defraudó, yo me siento defraudado con mi espacio en no haber generado las políticas adecuadas para llegar al gobierno y también hay que hacer una autocrítica del radicalismo, también la parte que me toca.

Vos sos más UCR que Juntos por el Cambio

Sí, el radicalismo hace mucho tiempo que no encuentra liderazgo para poder gobernar. Si bien lo hace a nivel intendentes y gobernadores, ya que este año le fue muy bien, hizo muy buenas elecciones, los candidatos del UCR no alcanzan a conformar un líder para poder pelear por la presidencia.

Le cuesta volver a tener la identidad que tuvo en la época de Balbín, luego Alfonsín y en menor medida De la Rúa, que fue quien hizo decaer la imagen radical, pero le falta un líder a nivel nacional…

Sí, porque el radicalismo tiene que superarse, se ha quedado en la historia en el sentido de que nosotros fuimos el gobierno que plantó la bandera de la democracia en la Argentina, con Raúl Alfonsín en 1983. Pero de eso han pasado 40 años. Seguimos levantando esas banderas, que está bien que las sigamos levantando, pero hoy la mayoría de la gente ha nacido en democracia. Entonces ya no pone en juego eso, no es relevante que se pueda llegar a hablar a través de la democracia.

Quedó en la historia...

Sí, quedó en la historia. Entonces, para mí el radicalismo tiene que modernizarse, tiene que saber escuchar, tiene que -si bien debe recordar todas esas fechas, toda esa historia en la cual fue tan importante-, superarse y tratar de ver de qué manera construye un candidato que la gente lo respete, que le genere garantías, que le genere confianza.

Si no la UCR va a terminar desapareciendo...

Sí, pero eso es muy difícil. Muchas veces ha estado en lo más bajo y en la lona el radicalismo y se ha logrado superar. Eso pasa porque hay mucha gente valiosa dentro del radicalismo. Si vos te ponés a mirar, tiene buenos intendentes, gestionan muy bien las intendencias, tiene buenos gobernadores. Pero falta el salto final que sería tratar de encontrar un presidenciable radical, que convengamos que no solamente el radicalismo va a poder gobernar. Hoy estamos viendo que para mí hace falta consenso, esa palabra que tan mal le cae a Milei, y yo creo que tiene que ser parte de la buena política, no de la mala política. No estoy hablando del consenso de negociar todo por debajo de la mesa, sino de tratar de buscar acuerdos para, en definitiva, que le haga mejor al país. Muchas veces lo necesitamos. Lo necesitamos a nivel local, a nivel nacional y a nivel provincial.

A nivel local, precisamente el radicalismo fue con su interna a pelear con Juntos por el Cambio, pero no tuvo la fuerza que se esperaba. Estaba Marcelo Spina...

Sí, a ver, en realidad Spina…digamos que la UCR evolucionó y está llevando adelante el comité radical en Olavarría. Ahí faltó algo orgánico, ¿no? porque Marcelo Spina salió en su momento salió con una candidatura a intendente cuando no se había charlado dentro del espacio de la Unión Cívica Radical, en Olavarría me refiero. Que yo creo que debió haber pasado, porque era el espacio que había perdido la interna. Posterior a eso se fueron dando alianzas en Juntos por el Cambio con las candidaturas de Rodríguez Larreta y Bullrich. Y nuestro espacio estaba más cerca de lo que era la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta, así lo hicimos y acompañamos. Y la línea que se creó, por otro lado, con Patricio Bullrich fue meramente electoral porque posterior a eso ni siquiera se juntaron, estaba armado como para la elección solamente. Ahí no había ningún tipo de acuerdo ni de simpatía. Fue un acercamiento que hubo solamente para ir a una elección. Y así todo no pudieron ni siquiera armarse las listas entre lo que fue ese momento que llevaron dos listas, entonces te das cuenta que era todo meramente electoralista.

¿Se hace difícil, siendo minoría, lograr consensos o acuerdos?

Mirá, nosotros tenemos una buena relación con todos los bloques. Sé que hoy el radicalismo, o la Unión Cívica Radical, tiene un lugar expectante en el Concejo Deliberante porque nadie tiene mayoría. Nadie puede lograr la mayoría, entonces creo que tenemos un lugar en el cual se puede trabajar, se pueden aportar ideas y nosotros vamos a estar para sumar para vecinos de Olavarría, fundamentalmente. Si hay propuestas e ideas que a nosotros nos gustan y nos representan como radicales, seguramente que las vamos a estar acompañando vengan del lado que vengan, de la bandera política que sea.

¿Cómo la ves a Olavarría?. Celeste Arouxet dijo que no gobierna Wesner sino La Cámpora. ¿Vos qué opinás de eso?

Convengamos que Maximiliano Wesner pertenece a La Cámpora. Entonces es razonable que gobierne la Cámpora. Hoy, hace dos meses recién que Maximiliano Wesner es intendente, hay que dejarlo andar también, pero creo que ha arrancado por un camino que por ahí no es el conveniente. Si bien el aumento de tasas es razonable por el tema de que la inflación pega muy fuerte, estamos en contra de la creación de nuevas tasas como pasó con esta nueva tasa que se quiere crear para Bomberos. La gente está cansada de que le generen nuevos impuestos por la problemática que tienen en la diaria, no solamente los intendentes sino también los gobernadores.

¿Entonces qué hay que hacer?

Tenemos que ser creativos y ver de dónde podemos conseguir esos fondos sin llegar a generar nuevas tasas. Nosotros presentamos un proyecto que tiene similitudes al que presentó el Intendente, pero no genera nuevas tasas sino que toma un porcentaje del Servicio Urbano y tasas generales rurales a lo ya existente. Sería un porcentaje del 1,5% sobre lo que se recauda del Servicio Urbano y un 2% sobre lo que se recauda por tasas generales rurales. Eso nos daría aproximadamente 140 millones anuales, que son lo que más o menos hoy Bomberos necesitaría para el funcionamiento diario, sin contar alguna cosa extraordinaria que puedan llegar a tener como si fuese el cambio de una unidad o ese tipo de cosas.

La Municipalidad quedó con casi 4.000 millones de pesos de deuda. Wesner asumió y ya sumó 111 personas. ¿Se agrava la situación con ese tipo de cosas, con ese tipo de actitudes?

Yo creo que sí. Olavarría tiene que tomar el compromiso de cual sea el intendente de empezar a achicar su planta permanente. Eso no quiere decir que uno vaya a generar despidos, sino lo que tenemos que generar es el compromiso respecto de que persona que se va jubilando a través de la gestión, no volver a reincorporar. De esa manera, en una gestión de cuatro años podemos llegar a bajar quizá un 13, un 14 o un 15% la planta. Si ese compromiso se logra en dos gestiones seguidas podemos llegar a tener entre un 25 y un 30% de achique de la planta. Y eso lo que nos va a generar es mucho más inversión o dinero que va a quedar para inversión en Olavarría. No nos olvidemos que lo primero que se hace con los recursos del Estado es pagar los sueldos y mantener los gastos corrientes y con lo que sobra, como en cualquier casa, invierte. En la medida que no nos quede, no nos va a quedar para inversión. Este año Olavarría tiene proyectado una bajísima inversión en obras y eso se debe a que el gasto corriente es muy grande.

¿Tan grande es?

El gasto corriente es muy grande porque la masa salarial que tiene Olavarría de 2.600 empleados se lleva mucho de lo que recauda el Municipio. Y está el hospital, que también es un gasto importante. Pero por eso digo que, me parece, que el compromiso tiene que pasar por ahí, de no generar el ingreso de nuevas personas al Municipio, de empezar a achicar por ese lado. Obviamente, generar que vengan más inversiones a Olavarría y tenemos que pensar como olavarrienses qué vamos a hacer cuando Loma Negra no esté, que es la principal proveedora del impuesto a la piedra.

Sí, que es un 3% y se sigue esperando a ver si ese impuesto puede subirse por 4%. ¿Eso es posible?

Yo no estoy de acuerdo con seguir subiendo, como dije antes, en cuanto a seguir agregando nuevos impuestos. Me parece que tenemos que, en todo caso, fiscalizar bien lo que se está extrayendo que por ahí hay que hacer un ajuste, un control más exhaustivo. Hoy le deben quedar 60 o 70 años de producción de piedra seguramente aunque tampoco se sabe con necesidad, pero también estamos dispuestos a que nuevas tecnologías en la construcción aparezcan. Por ejemplo, el cemento puede llegar a quedar obsoleto o puede dejar de usarse y eso va a ser menos impuestos que va a recaudar Olavarría por ese tema. También están todas las empresas satélites en las cuales dependen de Loma Negra, ya que el Parque Industrial en gran medida se nutre de estas empresas grandes y da trabajo de calidad a los olavarrienses, hay muy buenos sueldos que salen de esas fábricas y eso le da poder adquisitivo y movimiento a la ciudad. Entonces tenemos que empezar a pensar en Olavarría a futuro. Hay que pensarla porque el tiempo pasa. Ese momento va a llegar y Olavarría tiene que estar, cuando llegue ese momento, preparada para ver de dónde va a sacar lo que necesita diariamente.

Sebastián, vos sos del palo del campo. El gobierno de Milei es diferente al de Alberto y puede llegar a hacer otro tipo de política a favor del campo. ¿Es así?

Creo que hay muchas de las políticas que está tomando Javier Milei que son acertadas, como terminar con todas las regulaciones que hay. Ojalá la Argentina pueda volver a tener un solo dólar, ya que hemos tenido cantidad de dólares diferentes y hay que estar mirando todos los días cuáles son las cotizaciones. Pero hay que apostar a la producción. Hay que empezar a exportar. La Argentina depende de su materia prima y hoy tienes que empezar a apoyarlas, empezar a generar aperturas para que entren dólares, no cerrarse con el mundo y tratar de hacer políticas en las cuales tenga acuerdos con todos los países que nos pueden llegar a comprar. China juega un papel muy importante hoy como comprador de Argentina y si no existiese China toda esa vaca que el criador saca cuando hace los tactos, esa vaca vieja, hoy valdría mucho menos si no estuviese este mercado. Entonces son mercados que hay que cuidarlos, que hay que ir agrandándolos. Hay mercados asiáticos, los cuales no se han explorado todavía y se puede avanzar también. Creo que Argentina ahí tiene un potencial importante y hay que seguir trabajando. Y están las retenciones, que hay que sacarlas, hay que tomar un compromiso de empezar a checarlas. Hoy Argentina está tan endeudada y está tan mal, con una crisis tan grande que obviamente se necesita ese tipo de dinero. Yo no estoy de acuerdo, pero a medida que Argentina empiece a recomponerse tiene que gradualmente empezar a achicar las retenciones.

Si, salvo que Milei se siga peleando ahora con los chinos. El presidente es más economista que político. Como que está errando en ese camino, ¿puede ser?

Yo no estoy de acuerdo con la manera de enfrentar las relaciones que tiene Milei. Es pésima. Se pelea todo el que no piensa como él es casta y todo el que no piensa como él es traidor. La verdad es que eso es un populismo y sigue generando la grieta de cierta manera, ¿no?. Ahora está del otro lado la grieta. Antes estaba de izquierda, ahora está de derecha. Entonces, yo creo que eso lo hace mal a Argentina. No todos somos iguales. Yo no me considero un político sino una persona que está haciendo política en este momento. No soy un político, reitero, pero estando dentro del ámbito veo y me relaciono con mucha gente y no todos son iguales. Ni siquiera en los partidos. No podemos decir que todos los peronistas son malos ni que todos los radicales son buenos. Hay buenos y malos en todos los partidos, hay gente con ganas de hacer las cosas bien y hay gente que quiere vivir de la política para toda la vida. Yo creo que ahí es donde tenemos que apuntar, él (Milei) tampoco puede pelearse con todo el mundo como lo hace porque, en definitiva, los va a necesitar.

Pero con la Libertad Avanza sorprendió y ganó…

Hoy es un partido político muy nuevo. Que es una cosa extraña que haya llegado a ser presidente no teniendo una base política. Tiene que encontrar la manera de poder relacionarse mejor con la clase política en la que, obviamente, considero que hay gente que se puede relacionar. Por ejemplo, La Ley Ómnibus que el otro día salió rechazada: hay un montón de cosas que eran importantes dentro de esa ley, como hacer una reforma laboral o una reforma fiscal, ya que hace más de 10 años que Argentina no genera puestos de trabajo por la industria del juicio y por un montón de cosas que nosotros vemos diariamente. Vos hablás con un empresario y te dice...”no, la verdad es que me puedo agrandar, pero no quiero tomar gente”. A eso lo escuchamos todos los días y hay que cambiarlo. Hay que generar... Tratar de que esa persona cambie la manera de pensar y diga “bueno, mirá, voy a tomar. Porque yo sé que puedo tomar Y sé que si no ando bien, no voy a tener un problema”. Es preferible darle trabajo 6 meses a no dar trabajo nunca. Eso es lo que yo considero.

¿Se preveía que la Ley Omnibus iba a ser rechazada?

De la manera que fue presentada y con tantas cosas dentro, se hace muy trabada. Yo hubiese presentado, en vez de una ley tan grande y con tantos artículos, algo más chico, puntual. Y haber empezado a ir sacando cosas que son importantes para mostrarle a la gente que está cambiando. Además, hay muchos legisladores que iban a apoyar esa propuesta. Después, hay intereses, como todo. Yo estoy en contra de todo eso, de todos los curros y ese tipo de cosas que están bajo la mesa que tiene la política de muchos años. A eso hay que desterrarlo de raíz, porque es lo que le ha hecho muy mal a Argentina.